domingo, 27 de noviembre de 2016

El empleo y los ingresos en el tapete - Columna en PERFIL




El relato de la década se coló en las cifras de empleo

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26|11|16
23:58
Hay varios puntos para dilucidar la situación ocupacional en Argentina, habida cuenta de la privación de estadísticas de la última década. Dos de ellos son la cuantía de la pérdida de empleo, su dinámica en el año y la excepcionalidad o no de dicha sangría.

¿Qué pasó en el año último? El dato disponible desestacionalizado más reciente es de agosto, con la discriminación por categorías que se indica en el cuadro. El único componente con saldo negativo es el de los asalariados privados. Los públicos crecieron en 47 mil y los domésticos, 10 mil. Los no asalariados, en conjunto, aumentaron en 35 mil. Agregando todas las categorías, en un año no hubo variación en el volumen de empleo registrado.
Variación del empleo registrado entre agosto de 2015 y agosto de 2016
Asalariado Privado
Asalar Público
Asalar Domést
Autónomo
Monotr
Monotr Social
TOTAL
-92.458
46.697
9.593
4.445
25.496
6.221
-6
FUENTE: OEDE, Situación y evolución del total de trabajadores registrados, MTEySS, agosto 2016
 Si se quiere evaluar el desempeño ocupacional en el macrismo, la situación difiere. La variación conjunta de asalariados privados y públicos de diciembre a agosto últimos fue de unos 115 mil empleos menos. Pese a que las demás categorías agregaron en esos ocho meses unos 65 mil nuevos trabajadores, el saldo neto es negativo en 50 mil empleos.
Dado que estos datos sólo corresponden al empleo registrado, algunos analistas creían que debía agregarse una cifra equivalente al doble de los empleos registrados perdidos para dimensionar la pérdida total. Pero allí hay dos errores. El primero, tomar sólo la pérdida de empleo asalariado privado, y hacerlo en relación con julio, sin advertir que en agosto hubo un reflujo (confirmado por la Encuesta Permanente de Hogares, EPH). Así, se hablaba de una pérdida de más de 120 mil puestos, a la que había que sumarle una cifra igual o del doble de ella. Duplicar o triplicar esa pérdida llevaba las estimaciones de destrucción de empleos a 300 mil o más.

Sin relatos. Apelando a la EPH se puede observar que la relación no es nítida. Cuando cayeron tanto los registrados como los precarios, las proporciones no eran ésas. Con la relación observada en 2014, a los 50 mil puestos perdidos este año en el conjunto del empleo registrado habría que agregar unos 15 mil (un sexto de los privados), lo cual llevaría el total agregado a unos 65 mil. Esta cifra está bastante alejada de las apocalípticas estimaciones difundidas en meses recientes.

¿Cuán excepcional es esta pérdida de empleos? La comparación puede hacerse desde 2013. Desde entonces, en los primeros ocho meses de los años impares el saldo es positivo y muy importante. En 2014 y 2016, el saldo es negativo (en 2014 fue pequeño). Salvo en 2015, el empleo privado decrece en todos los períodos (20 mil en 2013, 70 mil en 2014 y 100 mil en 2016). En los años restantes, la mitad del aumento lo explica la suba de la plantilla estatal.
Empleo asalariado privado registrado
Empleo asalariado privado registrado
Enero a agosto de:
Variación (miles)
2009
-125
2016
-104
2014
-71
2012
-70
2013
-20


FUENTE: OEDE, Situación y evolución del total de trabajadores registrados, MTEySS, agosto 2016
En 2013, la otra mitad la explica el singular incremento de los monotributistas. La reiterada afirmación de la ausencia de creación de empleo asalariado privado y la intensa participación del empleo estatal surgen con claridad de los datos.

Si nos concentramos en los asalariados privados, la serie puede retrotraerse hasta 2009. Las variaciones de los ocho primeros meses son negativas en cinco de los ocho años últimos. Ordenando los años por la magnitud de la pérdida, resulta lo que se ve en el cuadro adjunto. Y permite concluir que la preocupante pérdida de empleo de la primera parte de 2016 está lejos de ser única y excepcional. Incluso no es la más cuantiosa.

La actual pérdida de empleos industriales se asocia con Brasil, pero el estancamiento industrial es del último lustro. Y en la construcción, el freno de la obra pública data de hace un año. La reactivación económica no se avizora y su ausencia pone al desnudo uno de los reclamos más intensos de la sociedad: recuperar la dinámica de creación de empleo y recomponer la capacidad de compra de los ingresos laborales. He ahí la cuestión.

*Director del Ceped e investigador del Conicet. 

Javier Lindenboim


jueves, 17 de noviembre de 2016

Se descorrió el velo de la pobreza

Columna publicada por el diario EL TRIBUNO, 17-11-16
Con la recuperación de las estadísticas públicas descubrimos lo ya sabido: mucha POBREZA, alta INFLACIÓN, desempleo.
Es necesario remarcar el daño infligido a la sociedad toda a lo largo de la última década. A esta altura del año 2006, se multiplicaban las presiones de las autoridades políticas al personal a cargo del índice de precios al consumidor. Aquel primer falseamiento estuvo basado en eliminar la variación del precio de la lechuga, al igual que el efecto de otros incrementos como el de la medicina prepaga y los gastos de turismo.
De allí en más paulatinamente no sólo se degradó casi toda la producción del Instituto de estadísticas sino que se implantó un estilo netamente antidemocrático. Se suprimió o al menos se disimuló la provisión de datos en materia de vivienda, previsionales o de seguridad, etc. En general se burlaron las normas existentes en materia de información pública. Se llegó al extremo de eliminar el cálculo oficial de pobreza luego de proporcionar durante varios años datos falsos en la materia- esgrimiendo penosas argumentaciones. Más aún, en los años más recientes la ejecución de esta estrategia (des) informativa fue encarada por un equipo de economistas que hasta poco antes criticaban ardorosamente tales prácticas.
Dicho esto es menester alguna reflexión sobre lo que nos informan estos números. Teníamos buenos indicios de que el aumento de precios anual era mucho mayor del 10% admitido en los años recientes. Teníamos fundadas presunciones de que había niveles de desaliento que mantenían contenida la tasa de desempleo y que al mismo tiempo era muy posible que una parte de los probables desocupados figurasen como inactivos.
En segundo lugar, también sabíamos que los "datos verdaderos" aludían a una situación económica y social cada vez más preocupante con creciente acumulación de tensiones que debían ser resueltas y cuyo abordaje era difícil de imaginar sin efectos negativos sobre el conjunto de la población.
Haber querido presentar una sociedad sin conflictos en materia económica condujo a finales de 2015 a un contexto en el cual buena parte de la sociedad creyó de buena fe que no teníamos serios problemas y que la falta de información o las mentiras cotidianas eran cuestiones de importancia secundaria.
Disponer ahora de información oficial que de manera descarnada nos informa de una realidad para nada satisfactoria es un primer paso de extrema importancia. A partir de aquí aparece la posibilidad de encarar los requerimientos (no solo los de naturaleza económica) sobre bases ciertas.
Ésa es una opción que se abre para la sociedad en su conjunto. Y una especial demanda para quienes fueron elegidos en esta ocasión para hacerse cargo de las responsabilidades de gobernar.
Los datos no pueden sorprendernos porque no son estrictamente nuevos. Pero reclaman la debida atención por la profundidad y variedad de las demandas que encarnan. Entre las demandas están, también, las relativas a la revisión de los datos producidos en estos años y la supresión del aislamiento técnico del INDEC al que condujo la anterior gestión. La tarea está lejos de ser pequeña.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Las pymes son, más allá de sus titulares, el sector donde la precarización está más presente.

Reportaje de Lilo Santiago realizado el 25 de octubre y publicado el 10-11-16 en EL CRONISTA

http://www.cronista.com/contenidos/2016/11/10/noticia_0004.html

"El camino sigue siendo el incumplimiento fiscal"

Luego de un año con alta inflación y caída de la actividad, para el economista Javier Lindenboim, el desvío hacia la precarización laboral es inevitable. En las pymes, la subcontratación tiene mayor presencia por la dificultad que posee el sector para afrontar los costos de empleo.

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Luego de diez meses acompañados de inflación y caída de actividad, las pymes se enfrentan a un problema ya conocido: las ventas caen, la facturación se achica, mientras que los costos de producción aumentan. Ante este escenario, Javier Lindenboim, economista y experto en empleo, asegura que el camino de la precarización laboral y la evasión fiscal es inevitable. Las alternativas para solucionar el desequilibrio son varias, pero el especialista destaca dos: el compromiso del empresario y el implemento de reformas en el sistema impositivo.

- ¿Qué medidas quedan pendientes para disminuir la precarización del empleo en el sector pyme?
Las pymes son, más allá de sus titulares, el sector donde la precarización está más presente. Lo primero que se discute es que la mejor manera de ayudar a las pymes es eximirlas de cargas sociales, pero no se tiene en cuenta que eso significa perturbar otros aspectos de la relación socio laboral como, por ejemplo, desfinanciar al sistema de protección de la salud y la jubilación. Cabe aclarar que las pymes siempre estuvieron entre la hoja y la tijera, porque tienen que atender las demandas de sus empleados y, a su vez, están de algún modo subordinadas a las dinámicas de empleo de las empresas más grandes de la cadena. Y, en esta tensión, el que termina perjudicado siempre es el asalariado.

- El contexto macro tampoco ayuda...
La realidad es que, con la crisis, las pymes no pueden afrontar los costos de la mano de obra calificada y el camino sigue siendo el incumplimiento de las obligaciones fiscales.

- ¿Un sistema impositivo más progresivo aminoraría el conflicto?
Es una alternativa viable. Aclaro: progresivo en el sentido de que el umbral de entrada a la obligación fiscal no sea tan oneroso que haga retraer a aquel obligado a participar. En ese sentido, hace rato que los especialistas venimos demandando un mecanismo progresivo. Hoy en día se necesita de forma urgente y deben ponerse sobre la mesa las alternativas para encarar la reforma fiscal tanto para el empleado como para el empleador de las pymes.

- Según el Observatorio Pyme, en el
sector hacen falta técnicos, operarios calificados. ¿A qué se debe esta falta de especialización?
Yo lo pensaría a la inversa: una demanda con mayor calificación no estaría al alcance de ser pagada por el sector pyme. Lo primero que se me ocurre es que puede haber una retracción al demandar mano de obra más apta por la limitación que el propio sector tiene para sostener el nivel de salarios. Además, hay que considerar que el nivel de requerimientos técnicos, hoy, es mayor que en la década pasada y la creciente demanda hace que los precios de las remuneraciones sean cada vez más altos.

- Para promover el empleo y la industria pyme, ¿se necesitan inversiones o se debe reactivar el consumo?
Los que defienden una u otra postura, defienden extremos. Hoy el 80% del producto está compuesto por consumo pero, al mismo tiempo, si no tenemos una inversión fluida -que en la Argentina siempre fue escasa- no vamos a tener un ritmo de crecimiento que garantice el desarrollo de más puestos de trabajo. Dicho esto, creo que efectivamente necesitamos fortalecer la inversión extranjera y nacional. En la Argentina hay suficiente capital en el exterior que, mediante el blanqueo fiscal, podría ser recuperado y puesto en el sector productivo. En este sentido, la responsabilidad es tanto de la gran industria como la pequeña que, cuando acumula capital, elige trasladarla al exterior en vez de capitalizarla y generar mayor empleo. En resumen, es necesario tener un ritmo de inversión constante para poder ganar capacidad productiva y aumentar las posibilidades de generar puestos de trabajo.

- Para mejorar las condiciones de empleo, primero hay que poder medirlo. ¿El Indec está logrando avances?
Haber recuperado la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) es un buen comienzo. Sobre todo porque las encuestas se dirigen a las personas, los asalariados, y no a los empleadores. Y, por otro lado, hace tiempo que se nos rompieron todos los termómetros que teníamos para todas las estadísticas públicas, y se supone que lo estamos recuperando. Tengo confianza en los especialistas que ahora realizan la EPH. Lo importante es lograr concretar una secuencia de datos para poder generar soluciones en el mercado laboral. La capacidad para generar esto existe.


Desafíos para una Argentina sin pobreza LA PLATA 10-11-16

El jueves 10 de noviembre de 2016 se realizó en la ciudad de LA PLATA la jornada “Desafíos para una Argentina sin pobreza” con la participación de Daniel Arroyo, Victoria Donda y Javier Lindenboim, con la coordinación de Jorge Ceballos.



lunes, 7 de noviembre de 2016

Empleo privado en agosto de 2016


Según el último informe del Ministerio de trabajo en agosto de 2016 se crearon casi 18000 puestos de trabajo, Tres cuartas partes de ellos asalariados del sector privado. El único componente que disminuyó es el del sector público. Si la serie que se mira es la desestacionalizada el crecimiento es menor pero casi no hay disminución de puestos registrados (sólo 377 del servicio doméstico).
Por cierto respecto de un año atrás la situación es aún fuertemente negativa para los asalariados privados compensados con el alza del empleo estatal, los monotributistas y las demás categorías.



Modalidad de la ocupación principal
Cantidad de trabajadores Ago-16
Variación Mensual
Serie original
Variación Mensual
Serie desestacionalizada
Variación interanual
Serie original
Absoluta           Relativa
Absoluta           Relativa
Absoluta           Relativa
Total
11.967.396
17.854           0,1%
11.633           0,1%
-6               0,0%
Sector Privado
8.492.896
19.130           0,2%
9.841            0,1%
-52.924          -0,6%
Asalariados del sector privado
6.141.982
13.715           0,2%
5.130            0,1%
-92.458          -1,5%
Monotributistas
1.480.983
4.606            0,3%
4.606            0,3%
25.496           1,8%
Casas particulares
455.059
332              0,1%
-377            -0,1%
9.593            2,2%
Autónomos
414.872
477              0,1%
482              0,1%
4.445            1,1%
Sector Público
3.113.092
-2.400           -0,1%
668              0,0%
46.697           1,5%
Asalariados del sector público
3.113.092
-2.400           -0,1%
668              0,0%
46.697           1,5%
Monotributistas sociales
361.408
1.124            0,3%
1.124            0,3%
6.221            1,8%