jueves, 14 de enero de 2016

Recuperar las estadísticas públicas - Columna en CLARIN 14-1-2016

Recuperar las estadísticas públicas

Tribuna.Javier Lindenboim

Entre los especialistas en estadísticas demográficas y socioeconómicas ha sido permanente en los últimos nueve años la expresión de la inquietud por el estado de las estadísticas públicas y en particular por lo que fue y debe volver a ser su organismo rector: el Instituto Nacional de Estadística y Censos – INDEC.
Uno de los nucleamientos respectivos –la Asociación de Estudios sobre la Población de Argentina, AEPA- ha hecho llegar a las actuales autoridades del Instituto la reiteración de las demandas expresadas a lo largo de estos años y la expectativa de que se inicie un proceso de reordenamiento institucional y operativo que conduzca a un contexto en el que el Estado vuelva a producir y a disponer estadísticas confiables, completas, oportunas y comparables a través del tiempo.
Esta tarea no es sencilla. Sabemos que destruir suele ser más fácil y rápido que construir o reconstruir. Seguramente esto está detrás de la anunciada suspensión temporal de la divulgación de diversas series estadísticas de importancia.

domingo, 10 de enero de 2016

Situación y perspectivas, nota de INFOREGION.COM.AR



ELIMINACIÓN DEL CEPO

Economistas reclaman un plan antiinflacionario


Los economistas Javier Lindenboim y Rubén Telechea dan su opinión tras la liberación del "cepo".

Especialistas consultados por Info Región lo consideraron “imprescindible” luego de la eliminación del “cepo cambiario”.

En sus primeras semanas de gestión el gobierno de Mauricio Macri implementó medidas económicas que impactaron fuertemente. Una de ellas fue la liberación del “cepo cambiario”.

Info Región dialogó con dos economistas para que brinden su mirada al respecto y analicen las metodologías utilizadas, y sus impactos a corto y largo plazo.

Cepo Cambiario ¿una medida imprescindible?. Una de las principales promesas de campaña del jefe de Estado fue eliminar el denominado “cepo cambiario” que estaba vigente desde fines de 2011 y que regulaba la adquisición de la divisa estadounidense. Esta medida generó disconformidad en la mayoría de la población.

Ahora, tras la liberación del “cepo”, el análisis propuesto es ahondar sobre si era necesaria la medida impulsada por Macri, si se realizó correctamente, o si fue brusca o exitosa.

En ese marco, Javier Lindenboim, economista, docente y director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), fue claro: “Era imposible evitar la quita del cepo”.

“El cepo fue uno de los puntos en el que los candidatos presidenciales, de manera más clara o difusa, tenían mayor coincidencia. No tanto porque sea algo deseable sino porque era imposible evitarlo, frases que se parecen pero que no son lo mismo. Efectivamente la decisión de hace cuatro años atrás de empezar a poner trabas al sector externo de la economía dejaba un terreno inevitable a las cosas que fueron ocurriendo: un estancamiento y un retroceso en la actividad económica”, consideró.

Indicó que el flujo de entrada de divisas “era cada vez más pequeño” y que resultó “inevitable que dejara de haber fondos y se recurriera a acuerdos como los swaps con China”, que según él “fue como tapar el sol con las manos”.

“Quitar el cepo no era deseable pero era necesario. La discusión era sobre si era más rápido o más lento ese cambio y cuáles eran los costos de esa medida. Creo que la decisión oficial mostró, para sorpresa de muchos, que se pudo hacer relativamente pronto en condiciones para nada propicias, por la falta de información sobre el estado real de la economía. Lo que no está claro es el efecto que todo esto puede generar en el bolsillo de la gente y en el andar cotidiana”, aclaró al tiempo que advirtió: “Si el incremento en el precio del dólar se traslada literalmente al nivel medio de los precios, sería un total desastre”.

“Nunca una devaluación debe ser preanunciada”. Por su parte, el economista y profesor titular de Economía General de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), Rubén Telechea, opinó que “la liberación del mercado cambiario arranca con dos fallas de origen”.

“El primero es que nunca una devaluación debe ser preanunciada, siempre debe ser por un factor sorpresa para que los empresarios no remarquen los precios. Y el segundo, es que tanto Mauricio Macri como Alfonso Prat Gay hablaban -antes de asumir la presidencia y el ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas, respectivamente-, de un dólar a 16 pesos tomando insólitamente como parámetro el dólar ilegal, que era un mercado chico y poco representativo. Esto que derivó en la devaluación más anunciada de la historia, generó que todos los formadores de precios aumentaran todos los productos fuertemente”, explicó.

Advirtió que tras la liberación del dólar el país se encuentra en un “callejón complicado” porque la divisa estadounidense “empieza a subir” y los funcionarios “están convencidos de que sólo con confianza se puede solucionar todo y que el mercado va a acompañar”.

“Los mercados solamente piensan en el ánimo de lucro. Hoy estamos entrando en un espiral peligroso, la inflación fue muy alta en noviembre y diciembre y se espera que en enero sea mayor. Corremos el riesgo de entrar en ese círculo perverso de que suban los precios porque sube el dólar y que el dólar suba ya que suben los precios”, criticó a Info Región.

Plan antiinflacionario. Un punto clave en el que los economistas coincidieron es que, una vez tomada la decisión, es “totalmente necesario tener un plan antiinflacionario” para proteger el bolsillo de los trabajadores.

En ese sentido, Telechea explicó que esa medida hoy no está porque “en la matriz económica de este gobierno no existe” ya que no creen en “todo lo que sea intervenir o regular los mercados”.

“Lo que había que encarar desde un principio era una serie de medidas encadenadas entre sí que todas tuvieran vinculación como por ejemplo fortificar el programa Precios Cuidados, que es apoyado por el 75 por ciento de la población según distintas encuestas, que la devaluación se produjera de forma gradual y no abrupta, o que se buscara de cerrar las cuentas de forma gradual. Obviamente que esto no era fácil pero se hizo lo más efectista, lo más rápido”, puntualizó.

Mientras que Lindenboim, opinó que “si las nuevas autoridades no quieren entrar en una abrupta recesión es imprescindible un plan antiinflacionario con una cuidadosa protección de los sectores de ingresos fijos” y que si esto no está en los planes “debería hacerse pronto”.

“Hay que hacer una discusión verdadera sobre los sectores más importantes del funcionamiento económico (empresarios y trabajadores) para que establezcan acuerdos y que estos se corroboren con participación política y se determinen horizontes sobre los cuáles se aspiran a llegar. Los automatismos del mercado nos conducen a inequidades mayores y a desequilibrios mucho más fuertes. Todo esto tiene que entrar en la balanza”, subrayó en diálogo con este medio.

Hernán Ferraro

Reconstrucción del INDEC

Columna en diario PERFIL, 10-1-2016


Daños que trajeron esta falta de datos

No parece necesario recordar que luego de un año (2006) de tironeos durante los cuales el secretario de Comercio de entonces trató de obtener la nómina de los comercios en los que se realizaba la compulsa de precios por parte de los encuestadores del Indec en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, el fracaso de tal cometido impulsó al gobierno nacional a desembarcar directamente en el Indec. Como resultado se publicó en enero de 2007 que el alza de precios fue de 1,1% en lugar del 1,9% que hubiera resultado de no haber mediado la intervención mencionada.
Luego se forzó una serie de movimientos y desplazamientos de personal y, en poco tiempo, el organismo recibió lo que el personal histórico denominó la “patota”. A lo largo de los años siguientes esa intrusión inicial culminó con la jefa de personal a cargo del organismo y con un técnico que inicialmente se había opuesto a las manipulaciones pero encontró mejor destino en un cambio rotundo de postura para transformarse, finalmente, en el director técnico del Indec.
Mientras esa situación era denunciada local e internacionalmente, mientras el gobierno nacional vituperaba a todos los que denunciaban la falsedad de las cifras y la distorsión cada vez más ampliada de las estadísticas oficiales, la decisión política seguía un plan. Este era parte de una estrategia que hizo de la distorsión de la realidad, de la invención de contenidos inexistentes y de la utilización de todo ello en una descripción ficcional de la vida económica, política y social de la Argentina un modo de comportamiento político y de gestión de la cosa pública.
Todo ese mecanismo de invención cotidiana estaba referido inicialmente al IPC, fue extendido luego a la pobreza y la indigencia, continuando con la casi totalidad de las estimaciones dentro de varias dependencias del Estado.
La expresión más cabal de la falta de contenido efectivo de esta gran maniobra política expresada en la destrucción del sistema estadístico de la Argentina se ha expresado con toda crudeza en el vacío que han dejado las autoridades salientes en la mayor parte de las áreas de gobierno. En el Indec no sólo se nota la decisión política destructiva, sino que es uno de los ámbitos en los que la reconstrucción es más delicada y laboriosa.
Entre otras razones, porque allí se debe recuperar credibilidad no sólo en los distintos estamentos de gobierno que ya habían ido abandonando el uso de los números producidos dada su irrealidad. Pero más aún, debe recuperar la credibilidad en la propia población que, ya sea como respondentes en nombre de las familias que son consultadas o como responsables de unidades económicas, deben proporcionar información para las compilaciones oficiales.
Sin perjuicio de los errores cometidos, el Indec fue ganando confianza social a lo largo de su accionar durante mucho tiempo. Pero como algunos lo hemos dicho desde principios de 2007, la “intervención” realizada entonces en el Instituto no fue hecha para enmendar errores, sino para satisfacer una estrategia política superior. Tanto es así, que cuando las universidades fueron consultadas por el Gobierno sobre el IPC el informe fue claro: no se trataba de cuestiones metodológicas, sino pura y simplemente de manipulación.
No sabemos cuál va a ser el resultado de la tarea de los funcionarios designados ni se han hecho públicas las razones por las cuales se decidió suspender la publicación de diversas estadísticas estatales. Sí sabemos que tal situación se origina en lo profundo del daño causado en este lapso de casi una década. También sabemos que la carencia de datos oficiales no puede extenderse más allá de un breve lapso. Ojalá el equipo actuante encuentre la manera de tener éxito en su cometido. El país lo requiere. Como lo hemos repetido en los últimos años, no se pueden manejar los destinos de un país sin estadísticas públicas veraces, confiables y disponibles en el momento oportuno. Que así sea.

Aquellos vientos trajeron estas tempestades. Columna publicada en PERFILel 10-1-2016

PUBLICADO EN EDICIÓN IMPRESA DEPERFIL

Daños que trajeron esta falta de datos

No parece necesario recordar que luego de un año (2006) de tironeos durante los cuales el secretario de Comercio de entonces trató de obtener la nómina de los comercios en los que se realizaba la compulsa de precios por parte de los encuestadores del Indec en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, el fracaso de tal cometido impulsó al gobierno nacional a desembarcar directamente en el Indec. Como resultado se publicó en enero de 2007 que el alza de precios fue de 1,1% en lugar del 1,9% que hubiera resultado de no haber mediado la intervención mencionada.
Luego se forzó una serie de movimientos y desplazamientos de personal y, en poco tiempo, el organismo recibió lo que el personal histórico denominó la “patota”. A lo largo de los años siguientes esa intrusión inicial culminó con la jefa de personal a cargo del organismo y con un técnico que inicialmente se había opuesto a las manipulaciones pero encontró mejor destino en un cambio rotundo de postura para transformarse, finalmente, en el director técnico del Indec.
Mientras esa situación era denunciada local e internacionalmente, mientras el gobierno nacional vituperaba a todos los que denunciaban la falsedad de las cifras y la distorsión cada vez más ampliada de las estadísticas oficiales, la decisión política seguía un plan. Este era parte de una estrategia que hizo de la distorsión de la realidad, de la invención de contenidos inexistentes y de la utilización de todo ello en una descripción ficcional de la vida económica, política y social de la Argentina un modo de comportamiento político y de gestión de la cosa pública.
Todo ese mecanismo de invención cotidiana estaba referido inicialmente al IPC, fue extendido luego a la pobreza y la indigencia, continuando con la casi totalidad de las estimaciones dentro de varias dependencias del Estado.
La expresión más cabal de la falta de contenido efectivo de esta gran maniobra política expresada en la destrucción del sistema estadístico de la Argentina se ha expresado con toda crudeza en el vacío que han dejado las autoridades salientes en la mayor parte de las áreas de gobierno. En el Indec no sólo se nota la decisión política destructiva, sino que es uno de los ámbitos en los que la reconstrucción es más delicada y laboriosa.
Entre otras razones, porque allí se debe recuperar credibilidad no sólo en los distintos estamentos de gobierno que ya habían ido abandonando el uso de los números producidos dada su irrealidad. Pero más aún, debe recuperar la credibilidad en la propia población que, ya sea como respondentes en nombre de las familias que son consultadas o como responsables de unidades económicas, deben proporcionar información para las compilaciones oficiales.
Sin perjuicio de los errores cometidos, el Indec fue ganando confianza social a lo largo de su accionar durante mucho tiempo. Pero como algunos lo hemos dicho desde principios de 2007, la “intervención” realizada entonces en el Instituto no fue hecha para enmendar errores, sino para satisfacer una estrategia política superior. Tanto es así, que cuando las universidades fueron consultadas por el Gobierno sobre el IPC el informe fue claro: no se trataba de cuestiones metodológicas, sino pura y simplemente de manipulación.
No sabemos cuál va a ser el resultado de la tarea de los funcionarios designados ni se han hecho públicas las razones por las cuales se decidió suspender la publicación de diversas estadísticas estatales. Sí sabemos que tal situación se origina en lo profundo del daño causado en este lapso de casi una década. También sabemos que la carencia de datos oficiales no puede extenderse más allá de un breve lapso. Ojalá el equipo actuante encuentre la manera de tener éxito en su cometido. El país lo requiere. Como lo hemos repetido en los últimos años, no se pueden manejar los destinos de un país sin estadísticas públicas veraces, confiables y disponibles en el momento oportuno. Que así sea.
*Director del Ceped/UBA e Investigador del Conicet.

Perspectivas para 2016 Nota de El Economista

Un 2016 de optimismo cauteloso

Pronostican un leve repunte en la creación de puestos de trabajo para el año que comienza
Un fin de año marcado por el cambio de signo político en el gobierno y la implementación de políticas económicas de alto impacto como el fin de las restricciones a la compra de dólares y la reducción de las retenciones a las exportaciones, generó que a la recurrente pregunta por el futuro del mercado laboral se sumaran nuevos elementos. Informes de consultoras especializadas auguran un leve repunte en las expectativas de las empresas sobre la posibilidad de contratar más personal en el primer trimestre del año, aunque hablan de un “optimismo cauteloso”, relacionado en parte con los conflictos que asoman en el horizonte sindical. Los especialistas consultados por El Economista coinciden en que los sectores de la construcción y la agroindustria motorizarán la mayor demanda de trabajo, y consideran que los sistemáticos despidos de empleados estatales puestos en marcha por el gobierno de Cambiemos no harán mella en términos de conjunto.
Matías Ghidini, gerente general de Ghidini Rodil y autor del libro Mi trabajo ahora (Temas), evaluó que durante el año que comienza se dará un escenario de búsquedas ejecutivas superador al de 2015, caracterizado por diversos factores. Entre ellos, la potencial recuperación del mercado de empleo del interior del país, consecuencia del eventual resurgimiento de las economías regionales, y el hecho de que durante los últimos años la mayoría de las compañías no se hayan “stockeado” de talentos, sino apenas “atendido urgencias impostergables y demandas específicas”. Como otro de los aspectos influyentes, el gerente de Ghidini Rodin mencionó el ingreso o retorno al país de grupos empresarios internacionales ausentes, atraídos por la promesas de condiciones económicas tentadoras.
Para Jorge Colina, jefe de investigaciones de IDESA, la situación del mercado laboral durante el 2016 dependerá de “cuan rápido se recupere el crecimiento económico”. “Si la confianza se mantiene y se empiezan a producir las inversiones se estima que en la segunda mitad del año se va a empezar a crecer a pasos importantes, por lo que podría pensarse que el empleo va a aumentar”, señaló. Colina consideró que el mayor dinamismo va a provenir, por un lado, del sector de la construcción, porque “una de las premisas del gobierno es la a recuperación de la inversión en infraestructura” y, por otro lado, de la agroindustria, “directamente beneficiada por las políticas tomadas en términos de salida del cepo y reducción de las retenciones a las exportaciones”.
Observando mediciones concretas, se advierte un cambio de tendencia en las expectativas de contratación neta en relación con el año pasado, aunque el ascenso de la curva es todavía moderado. Según un informe de Manpower, elaborado a partir de la consulta a 800 empleadores del país, se reportan intenciones de contratación “cautamente optimistas” para el período que va entre enero y marzo. Mientras que el 13% pronostica un incremento en los niveles de sus dotaciones, 5% espera un descenso y el 74% no prevé cambios, lo que arroja una expectativa neta de empleo de +8%. Esto significa una intención de contratación dos puntos porcentuales más fuerte comparada con el trimestre anterior y una mejora de cinco puntos porcentuales interanualmente.
Una encuesta de SEL Consultores ya había afirmado, antes de la segunda vuelta electoral, que el cambio de gobierno –en el sentido que fuera– traería una mejora en las perspectivas de contratación. El relevamiento de SEL entre 150 empresas líderes de Argentina indicaba entonces que un 16% de las compañías esperaban un aumento de sus dotaciones en el primer trimestre del año. En tanto, un 10% creía que habría disminuciones y el 74% restante consideraba que mantendría su plantilla actual. “Venimos de dos años en donde eran más las empresas que esperaban disminuir sus dotaciones que aquellas que esperaban aumentarlas, en una relación neta negativa. Lo que estamos viendo estos últimos meses es que se revierte esta tendencia, pero tampoco es que hay un boom”, explicó María Laura Calí, directora de SEL.
Distinto es el panorama en el sector público, donde en las últimas semanas comenzaron a implementarse despidos sistemáticos impulsados por el gobierno de Cambiemos. 2035 trabajadores fueron cesanteados en el Senado, 150 en la Jefatura de Gabinete, 4000 en la municipalidad de La Plata, más de 800 en la de Quilmes, 600 en el Centro Cultural Néstor Kirchner, entre otras dependencias del Estado.
Analizando esta situación, Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (Ceped) de la Universidad de Buenos Aires, recordó que “en Argentina hace cuatro años que no se crea empleo privado” y que “lo poco que hubo de crecimiento nominal del empleo tuvo bastante que ver con el sector estatal –sea a nivel nacional, provincial o municipal– y con el trabajo por cuenta propia”. Lindenboim concluyó que, si el poco empleo que creó tuvo estas características, no le parece prudente “patear el nido”, pero relativizó el impacto real de las medidas del Gobierno. “Una parte muy importante de este incremento del empleo estatal general tuvo menos que ver con el nivel nacional que con el provincial y municipal. Esto me hace pensar que el proceso que estamos viviendo por estos días va a ser muy ruidoso, pero de escasa magnitud relativa en términos de conjunto del nivel del empleo”, señaló.
Jorge Colina consideró que “el hecho de que se revean ciertas contrataciones realizadas por el gobierno anterior no va a impactar en los indicadores laborales” y explicó que “en el espacio del mercado laboral todo el tiempo está entrando y saliendo gente de los puestos de trabajo”. En el mismo sentido, Ghidini dijo que no cree que los despidos tengan consecuencias fuertes. “Sí considero que puede ser una fuente de nuevo empleo la migración de perfiles ejecutivos del sector privado al público, promovido por la nueva gestión de Cambiemos”, añadió.

miércoles, 6 de enero de 2016

Reportaje de Delfina Torres para EL ECONOMISTA realizado el 6-1-16

Reportaje de Delfina Torres para EL ECONOMISTA, realizado el 6-1-16

El tema central es el de las perspectivas del empleo en el año que se inicia atento a las condiciones económicas y sociales previsibles.

Por razones técnicas, las preguntas no son audibles pero las respuestas están completas. De allí que haya algunos "huecos".

(La nota completa apareció el 9-1-2016)

martes, 5 de enero de 2016

Reportaje para el periódico de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, 5-1-16

Reportaje realizado por el periodísta Hernan...... para el diario INFOREGION, de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, 5-1-16

Los temas propuestos giraron en torno de la coyuntura económica al inicio de la gestión del gobierno de M. Macri: salida del cepo, ajuste del tipo de cambio, efecto sobre los precios y el salario real, supresión de gran parte de las retenciones, etc.



Reportaje desde Tandil, Multimedios Eco, Programa Nunca es Tarde, Paola Zelaya

Reportaje de Paola Zelaya en "Nunca es Tarde". El Eco Multimedios (www.eleco.com.ar) de Tandil. (Paola Zelaya: Conductora. Celeste Yannibelli: Locutora, co-conductora; Sofía Rojo: Productora.) El diálogo comenzó en torno al incremento en el precio de los combustibles previsto para el 6-1-16 su sentido y sus impactos. Luego se fueron hilvanando otros temas como el de los precios de los bienes que integran la canasta básica de los hogares; la eventual disminución de la tasa de IVA para ciertos bienes o qué destino puede preverse sobre la estrategia preexistente de "precios cuidados".