martes, 28 de abril de 2015

Columna en LA POLITICA ONLINE, 28-4-2015



Pasaron las Paso pero ¿qué pasa?
Por Javier Lindenboim
El INDEC informó a través de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU) que entre 2013 y 2014 hubo una pérdida de cuatrocientos mil puestos de trabajo.
Con los datos del segundo y del tercer trimestre de 2014, el INDEC informaba que la dotación laboral era de once millones de ocupados en la treintena de aglomerados en los que se realiza la Encuesta de Hogares. Esto pese a que ya durante varios trimestres se indicaba que la tasa de empleo venía disminuyendo. La contradicción era evidente. Hubo notas periodísticas que daban cuenta de una caída de centenares de miles de puestos. 
Hubo desmentidas oficiales desde el Jefe de Gabinete hasta las autoridades impuestas por la intervención en el INDEC. Y todo parecía que iba a quedar –una vez más- en un terreno de ambigüedad. Algunos estudiosos intentaron “explicar” el enredo y apareció una supuesta explicación. La caída de las tasas se habría compensado con una reestimación, al alza, de la población de referencia de los aglomerados de la EPH. 
Dicho procedimiento, por su parte, derivaba de los resultados del Censo Nacional de Población de 2010. Suponiendo que esto era correcto sólo era criticable que el INDEC no proporcionase una nueva serie de empleo y otras variables para la última década. De ese modo “parecía” que el empleo seguía estancado en once millones durante los últimos dos años al menos.
Si bien la “explicación” tiene sus matices que no vamos a tratar aquí, vale reflexionar sobre el contexto de las estadísticas públicas en Argentina del último decenio. Luego de eso, retomaremos el tema con nuevos datos, también proporcionados por el INDEC.
Los problemas vienen de muy atrás

Y ahora, ¿quién desmiente al INDEC? Columna en INFOBAE 28-4-15

OPINIÓNMARTES 28 DE ABRIL 2015

Y ahora, ¿quién desmiente al INDEC?

Javier Lindenboim

Podría aplicarse el refrán "entre gallos y medianoche" a la oportunidad en que el INDEC publicó el "Avance de las tasas generales de la fuerza de trabajo" correspondientes a la edición 2014 de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU): el 29 de diciembre último, el único día hábil entre Navidad y Reyes. Este relevamiento se realiza, desde 2010, en el tercer trimestre de cada año.
Así como la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) abarca 31 aglomerados urbanos, la Encuesta Anual pretende representar al total urbano nacional. Recordemos que el Censo de 2010 registró unos 40,1 millones de habitantes de los cuales un 91 residían en áreas urbanas.
El hecho de que la EAHU se iniciara en simultáneo con la realización del Censo de Población hacía presumir que su punto de partida, en cuanto a la población de referencia, no arrojaría dudas.
Sin embargo, anticipando lo que se iba a percibir a lo largo de 2014 con la EPH, el volumen poblacional utilizado por la EAHU en 2013 fue ampliado de tal manera que, al aplicarse las tasas de actividad y de empleo aparecía un aumento en ese año de la fuerza laboral en magnitudes difícilmente de explicar en las condiciones delicadas que ya por entonces presentaba la economía argentina. Pero esta es otra discusión que ahora posponemos
Al igual que en la EPH, la tasa de empleo de la encuesta nacional urbana (proporción de ocupados sobre toda la población) ha venido declinando año a año. La tasa de actividad, a su turno, está en 2014 más abajo que en 2010 aunque en el ínterin había subido algunas décimas,
La cuestión es que al publicarse los resultados de 2014, la población de referencia de ese año fue definida de manera coincidente con la del año previo y, por tanto, sus valores a nivel del agregado urbano nacional parecen irrefutables.
Pues bien, el volumen de ocupados en 2013 para la EAHU era de 16,1 millones y en 2014 había descendido a 15,7 millones. Esto es una baja de 400.000 ocupados.
La magnitud es para nada despreciable. Si recordamos la evolución del empleo desde la salida de la crisis de 2002, sabemos que una serie comparable mostraría un incremento de unos 4,5 millones (sin duda menos que los 5 o 6 millones que extrañamente fueron anunciados oficialmente por varias vías informativas). Por lo tanto la disminución en este último año estaría cerca del 10% de aquel incremento, es decir que luego de doce años se perdió uno de cada diez empleos logrados. No hay dudas que la situación es más que preocupante y, ahora, está confirmado por el organismo estadístico oficial. 

El autor es director del CEPED e Investigador del CONICET.

viernes, 24 de abril de 2015

Desmentidas que se desmienten

Recuerdan las "contundentes" desmentidas oficiales hace pocos meses?

29 | 08 | 2014
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El Gobierno desmiente que haya pérdida masiva de empleo



El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, calificó de "falsa y capciosa" la información publicada por un diario sobre la pérdida de 400 mil puestos de trabajo en los primeros seis meses del año


El contraste se logra con los propios datos de INDEC
Población (miles) Activos (miles) Ocupados (miles) Tasa de Actividad Tassa de Empleo variac ocupados
2013    38146 17218 16081 45,1 42,2
2014    38379 16872 15686 44 40,9 -395



jueves, 23 de abril de 2015

El empleo según la Encuesta Anual de Hogares Urbanos, entre 2010 y 2014

Población (miles) Activos (miles) Ocupados (miles) Tasa de Actividad Tassa de Empleo variac ocupados
2010   36489 16269 15070 44,7 41,4
2011   36596 16461 15291 45,1 41,9 221
2012   36944 16751 15515 45,3 42 224
2013   38146 17218 16081 45,1 42,2 566
2014   38379 16872 15686 44 40,9 -395

Estos datos provienen de la ENCUESTA ANUAL DE HOGARES URBANOS, EAHU, realizada por el INDEC en el tercer trimestre de cada año.


En los datos de 2013 se incorporaron las modificaciones resultantes del Censo de 2010 y sus proyecciones. Por eso no se puede comparar con los años previos

Pero entre 2013 y 2014 la base es equivalente y, por lo tanto, se puede apreciar lo que la EPH no permite observar con nitidez: una profunda caida en el nivel de empleo. La última vez en que hubo una caida de magnitud, según registra la EPH para los aglomerados relevados, corresponde al período 2001-2002. La onda de mayo de esos años muestra una pérdida de 500.000 puestos de trabajo.

martes, 21 de abril de 2015

Versiòn completa de la columna enviada a Pàgina 12, publicada el 20 de abril de 2015

Versiòn original y completa enviada a Pàgina 12
Entre tanta incertidumbre, el empleo sigue en picada
Javier Lindenboim
Director del CEPED e Investigador del CONICET

Un candidato presidencial afirma que levantaría el cepo cambiario al día siguiente de asumir y desde el oficialismo le contestan que sería una locura, al margen de que la Presidenta afirma que tal cepo no existe. Un asesor de otro candidato cuestiona la perduración del dólar ahorro y el presidente del Banco Central sale a cruzarlo con argumentos que podrían reputarse como liberales. En simultáneo, la Presidenta inaugura una planta industrial apelando una vez más al consumo igualándolo al nivel de los salarios, a pesar de que hace tiempo que la composición del consumo depende menos del salario y más de las ganancias empresarias. Como se ve, la confusión es abundante.
Entre tanto, algunas realidades -que no están aún en la tapa de los diarios- deberían preocuparnos seriamente. Por ejemplo el magro desempeño de la creación de puestos de trabajo en los últimos años. Haciendo uso de los datos de la Encuesta Permanente de Hogares se observael proceso de deterioro del mercado de trabajo. Hay quienes sostienen que en el último año la EPH ha sido objeto de extraños tratamientos que parecen disimular ese deterioro de manera importante
No hay que olvidar que la década reciente se inició con altos ritmos de creación de puestos de trabajo, principalmente en relación de dependencia y con cobertura legal. Entre 2003 y 2007, la etapa de oro en casi todas las variables sociolaborales a la salida de la crisis,  los asalariados aumentaban 6% al año. Pero entre 2010 y 2014, la misma variable sólo crecía 0,6% por año o sea ni siquiera alcanzó a cubrir el ritmo de aumento de la población. En el primero de esos períodos por cada empleo precario nuevo se creaban seis protegidos. En el último cuatrienio, en cambio era uno de cada 3. En otras palabras si bien en ambos lapsos siguió creciendo el empleo “en negro” al principio lo hacía de manera  muy moderada pero ahora volvió a tener relevancia.
Miremos los sectores productivos típicos. La industria crecía al salir de la crisis algo más de 9% anual de lo cual 8% eran puestos protegidos. En el período reciente casi no se modificó la dotación asalariada industrial con la particularidad que pierde unas décimas de protegidos y aumenta unas décimas la de precarios. En la construcción es igual o aún peor. Entre 2003 y 2007 crecía el empleo en esa rama 13% anual, de los cuales 8% eran protegidos. Recientemente aumentó 1,5% con pérdida del 2% de protegidos y alza de casi 4% de los precarios. Se trata de un comportamiento demasiado parecido al de los noventa aunque ahora afortunadamente sin la intensidad de los últimos años del siglo XX.
El empleo en el servicio doméstico, a su turno, muestra ciertas buenas perfomances dentro del marco general apuntado. En ambos lapsos el empleo protegido aumentó 2% anual. Pero el precario que subía casi 4% anual entre 2003 y 2007 bajó al 1% entre 2010 y 2014. En esta rama podríamos decir que -dentro de las limitaciones generales- parecen haber dado cierto resultado positivo los esfuerzos de regularización del trabajo desprotegido.
El empleo total en la  Administración Pública captado por la EPH muestra un aumento similar en ambos lapsos: 2,5% anual. En el primer lapso incluye un fuerte impulso a la regularización (caída importante del empleo precario) mientras que en el lapso reciente contiene un leve incremento del empleo sin protección.
Ahora bien, si tomamos sólo el año 2014, en cuyo transcurso se produjeron modificaciones en la provisión de información de la Encuesta de Hogares que probablemente disimulan el deterioro del mercado de trabajo, la situación es la más negativa de cualquier año posterior a la crisis de principios de siglo XXI.  Los asalariados cayeron 1,5%.  Casi en su totalidad el descenso lo explican los trabajos regulares, en blanco, 
Eso se reproduce en todas las ramas con excepción de la construcción y los servicios sociales y personales. Pero incluso en la construcción (que aumenta su dotación asalariada) caen los empleos protegidos. Otra rama  peculiar es la de comercio. En conjunto cae el empleo 3,5% Pero la caída del empleo protegido es de 4,4% con la consiguiente suba del componente precario de casi el 8%.
El desempleo, hasta ahora, no presenta modificaciones según la EPH. Es una de las fortalezas del momento actual .De todas maneras, el descenso de la tasa de actividad sugiere, sin embargo, que hay síntomas de desaliento que suele anticipar condiciones más complicadas en el mercado de trabajo.
A menos que se decida actuar como con la pobreza, no midiéndola, es de prever que podemos tener por delante malas noticias en materia de desempleo. Un problema que creíamos habíamos superado

Columna aparecida en Pàgina 12 20-4-2015

Página/12
ECONOMIA › TEMAS DE DEBATE: VIRTUDES Y DEFECTOS DE LA POLITICA DE EMPLEO DEL KIRCHNERISMO

El entramado del mercado laboral

Cómo han venido evolucionando las principales variables, cuáles son los problemas principales que se deben enfrentar, qué papel cumplen las paritarias en este contexto. Las principales recomendaciones de los analistas.

Magro desempeño

Por Javier Lindenboim *
Algunas realidades vinculadas a la dinámica del mercado de trabajo no están en la tapa de los diarios, pero deberían preocuparnos. Un ejemplo de ello es el magro desempeño de la creación de puestos de trabajo en los últimos años. Haciendo uso de los datos que proporciona la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec se observa este proceso de deterioro del mercado de trabajo con respecto a los primeros años del nuevo siglo.
No hay que olvidar que la década reciente se inició con altos ritmos de creación de puestos de trabajo, principalmente en relación de dependencia y con cobertura legal. Entre 2003 y 2007, la etapa de oro en casi todas las variables sociolaborales desde la salida de la crisis de 2001/02, los asalariados aumentaban 6 por ciento al año. Pero entre 2010 y 2014, la misma variable sólo crecía 0,6 por ciento por año, lo que ni siquiera alcanzó a cubrir el ritmo de aumento de la población. A su vez, en el primero de esos períodos por cada empleo precario nuevo, se creaban seis protegidos. En cambio, en el último cuatrienio, esa relación era uno de cada tres. En otras palabras, si bien en ambos lapsos siguió creciendo el empleo “en negro”, al principio lo hacía de manera muy moderada, mientras que ahora volvió a tener relevancia.
Miremos los sectores productivos típicos: la industria, la construcción, el servicio doméstico, la administración pública y el comercio. La industria crecía, al salir de la crisis, algo más de 9 por ciento anual de lo cual 8 puntos eran puestos protegidos. En el período reciente casi no se modificó la dotación asalariada industrial con la particularidad de que pierde unas décimas de protegidos y aumenta unas décimas la de precarios. En la construcción es igual o peor. Entre 2003 y 2007 crecía el empleo en esa rama 13 por ciento anual, de los cuales 8 puntos eran protegidos. Recientemente, aumentó 1,5 por ciento con pérdida del 2 por ciento de protegidos y una alza de casi 4 por ciento de los precarios. Se trata de un comportamiento parecido al de los noventa, aunque afortunadamente con una intensidad menor al de aquellos años.
El empleo en el servicio doméstico, a su turno, muestra ciertas buenas performances dentro del marco general apuntado. En ambos lapsos, el empleo protegido aumentó 2 por ciento anual. Pero el precario que subía casi 4 por ciento anual entre 2003 y 2007 bajó al 1 por ciento entre 2010 y 2014. En esta rama podríamos decir que –dentro de las limitaciones generales–parecen haber dado cierto resultado positivo los esfuerzos de regularización del trabajo desprotegido.
El empleo total en la administración pública captado por la EPH muestra un aumento similar en ambos lapsos: 2,5 por ciento anual. En el primer lapso se incluye un fuerte impulso a la regularización (con una caída importante del empleo precario), mientras que en el lapso reciente contiene un leve incremento del empleo sin protección. Ahora bien, si tomamos sólo el año 2014 la situación es más negativa, ya que los asalariados cayeron 1,5 por ciento. Casi en su totalidad el descenso lo explican los trabajos regulares, es decir, en blanco.
Eso se reproduce en todas las ramas con excepción de la construcción y los servicios sociales y personales. Pero incluso en la construcción (que aumenta su dotación asalariada) caen los empleos protegidos. Otra rama peculiar es la de comercio. En conjunto cae el empleo 3,5 por ciento, pero la caída del empleo protegido es de 4,4 por ciento con la consiguiente suba del componente precario de casi el 8 por ciento.
El desempleo, hasta ahora, no presenta modificaciones a nivel agregado según la EPH. Esa es una de las fortalezas del momento actual. De todas maneras, el descenso de la tasa de actividad sugiere, sin embargo, que hay síntomas de desaliento que pueden anticipar condiciones más complicadas en el mercado de trabajo.
* Director del Ceped e Investigador del Conicet.

jueves, 16 de abril de 2015

Cambios en el empleo en los últimos cuatro años

Según la EPH, computando los datos de 2014 a todas luces no comparables con los anteriores (agrandados para disimular la pérdida de empleos en el mercado laboral) surgen algunos rasgos de interés y, a la vez, inquietantes:

  1. En los aglomerados relevados por la Encuesta el incremento anual ha sido de 100.000 puestos, o sea muchísimo menos que lo que se generaba a la salida de la crisis de 2001
  2. De esa cifra, el 60% corresponde a los servicios total o parcialmente desarrollados por el Estado (Administración Pública, Enseñanza, Salud, etc.)
  3. Un cuarto del aumento corresponde a la Construcción cuyo incremento principal ocurrió en 2011
  4. Un 20% lo explica Electricidad Gas y Agua, lo cual es muy llamativo pues se trata de una rama que absorbe sólo el 1% del total de los ocupados
  5. Como hay ramas que pierden la suma de las "ganancias" excede el 100%
  6. Entre las perdidosas se ubica primero el Comercio con un equivalente al 45%
  7. También pierde la Industria que, junto con las actividades primarias, pierde otro 25%
  8. Dentro de la industria caen los asalariados y crecen (menos) los no asalariados. Dentro de los asalariados, casi toda la perdida la explica el conjunto de asalariados protegidos
  9. Te todo el aumento sólo la mitad corresponde a asalariados pese a que en la dotación de ocupados estos son el 75%
  10. Dentro de los asalariados, los precarios explican un tercio del incremento, muy lejos de las buenas épocas (2003-2007) cuando eran sólo un 10%
  11. Dentro de la construcción el 70% lo explican los no asalariados, otro 70% se debe al aumento de los asalariados precarios y los protegidos caen en un 40%
  12. El alza (moderada) de los asalariados se explica en un 80% por los Servicios antes mencionados (Administración Pública, Enseñanza, Salud, etc.)
LOS DATOS DEL CUADRO ESTAN EXPRESADOS EN MILES Y CORRESPONDEN A LOS AGLOMERADOS EN LOS QUE SE REALIZA LA ENCUESTA PERMANENTE DE HOGARES


Nos quedamos en el 73: Trayectorias parabólicas

Nos quedamos en el 73: Trayectorias parabólicas

domingo, 12 de abril de 2015

Variación del empleo asalariado urbano 2003-2007 y 2010-2014

¿Cómo crecía el empleo asalariado entre 2003 y 2007?
Fue el período dorado. El empleo asalariado aumentaba intensamente, en proporción mayoritaria era empleo protegido. El promedio anual era del 6% (el 80% de eso era empleo protegido).
La construcción crecía 13% al año (si bien con alta participación de precarios); la industria aumenta 9% por año (90% en blanco) y en la Administración Pública el empleo crecía menos que le promedio pero con fuerte pasaje de trabajadores precarios a protegidos. En cambio en Servicio Doméstico, con fuerte aumento anual (6%), predominaba el aumento del empleo precario.




¿Y cómo creció entre 2010 y 2014?
El contraste difícilmente podría ser más notable. El incremento anual total fue mínimo, Lo que ás aumenta es la construcción pero en base a los desprotegidos pues cae el empleo en blanco. La industria no modifica su plantel. El sector que cae más intensamente es el de Servicios Financieros e Inmobiliaos, en mayor medida por estos últimos y no por la actividad bancaria o de seguros. El Servicio doméstico es el que sigue a la Construcción en incremento pero aquí ya se empieza a notar el esfuerzo por la regularización del trabajo en el sector. Luego aparece la Administración Pública como la tercera rama que aumenta.




La conclusión es sencilla no estamos mejor ahora que a la salida de la crisis. Es bueno preguntarse si las políticas aplicadas tienen algo que ver con esto.


Què dice la EPH sobre el cambio en el empleo de los asalariados por ramas en 2014?

¿Qué pasó en el empleo asalariado en 2014 según el INDEC? Elsector asalariado cayò un 1,5%
El mejor desempeño corresponde a la Construcciòn (aunque está originado en el empleo precario pues el protegido cayò). Otra rama con crecimiento importante es el de Enseñanza y otros servicios, también en base al aumento de los asalariados precarios. En el resto el cambio neto es negativo excepto en el Servicio Domèstico. Todo esto dando pleno crédito a los datos de la EPH que, quizás, estén sobrestimando el volumen del empleo, en cuyo caso la disminución podría ser aun más intensa.

NOTA: la columna sin nombre corresponde a Enseñanza, Salud y otros servicios sociales.


martes, 7 de abril de 2015

jueves, 2 de abril de 2015

Texto de R Astarita sobre el paro del 31, la solidaridad y el egoismo de los trabajadores

En los días previos al paro nacional que se realizó ayer, 31 de marzo, el Gobierno acusó repetidas veces a los trabajadores de parar en defensa de un interés “egoísta”. La presidenta Cristina Kirchner lo sintetizó cuando se dirigió al país por cadena nacional: “Los que tienen un trabajo bien remunerado tienen que ceder un poco de su sueldo para otros compañeros. Si no lo hacen, razonan como oligarcas”.
Así, con este discurso, apunta a dividir a la clase trabajadora entre “egoístas y solidarios” (o entre “privilegiados y trabajadores comunes”) e induce a una forma de conciliacionismo de clase. Según esta óptica, el alto funcionario estatal o directivo de empresa que gana $100.000 por mes, y paga ganancias sin chistar, es “solidario”, mientras que el obrero que gana cinco veces menos y protesta por el impuesto, es “egoísta” y con “mentalidad de oligarca”. Una división que se fomenta con el discurso, pero tiene su correlato en la política diaria: es sabido que el gobierno K buscó siempre dividir a los movimientos sociales, a los sindicatos, los centros de estudiantes, los organismos de defensa de los derechos humanos y otras entidades populares, utilizando el poder del Estado. Por ejemplo, discriminando en el otorgamiento de los planes sociales a las organizaciones sociales que se mantienen críticas del kirchnerismo.