martes, 24 de mayo de 2016

El arbol, el bosque y las estadísticas - Columna en EL ECONOMISTA

Columna en EL ECONOMISTA - 24-5-2016

EL ÁRBOL Y EL BOSQUE EN LAS ESTADÍSTICAS PÚBLICAS

Por Javier Lindenboim (*)
En ocasiones el apuro (a veces en compañía de cierta inexperiencia) nos puede llevar a cometer errores. Si éstos son sólo propios, es delicado, pero puede superarse con facilidad. En cambio, cuando nuestra labor trasciende (por caso en el medio periodístico), puede ponernos en situación incómoda. En días recientes hubo algunas interpretaciones periodísticas que equivocaron la lectura de los datos informados por la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires.
El último informe sobre empleo en la ciudad indica que el desempleo en el primer trimestre de 2016 se ubica en 8,4% frente al 6,8% que se registró el último trimestre de 2015. Esta comparación parecía estar en sintonía con la preocupación difundida acerca de la dinámica ocupacional en los meses recientes.

Cuadro II
Sin embargo, el mismo informe de la CABA proporciona los datos correspondientes a un año atrás. De esa forma se ve que la variación ha sido mínima (0,2 puntos porcentuales) en el desempleo, mostrando que hay en el registro un leve incremento de las dificultades para conseguir ocupación. Pero el mismo informe señala que aumentó en 1,7 puntos la tasa de actividad. Más importante aún: la tasa de empleo también aumentó 1,5 puntos porcentuales. Si los datos de la Ciudad reflejan adecuadamente la situación de sus residentes, estos números muestran que el empleo de sus habitantes se incrementó algo por encima del aumento poblacional, si bien tal alza no evitó que parte de la mayor oferta no encontrara ubicación.

Cuadro I
Si extendemos la mirada sobre la década precedente (en este caso utilizando los datos por aglomerado de los informes de prensa de la Encuesta Permanente de Hogares) se aprecia que en los once casos previos (comparando el primer trimestre de un año con el cuarto del año previo) hay evidencias de mayor desempleo en el primer trimestre.Esto es así porque en este caso actúan cuestiones estacionales que hacen que la población (especialmente la más joven) que inicia la búsqueda al comenzar el año o bien encuentra empleo en su transcurso o, eventualmente, desiste de la búsqueda. La misma serie, entre comienzos de 2004 y principios de 2014 da cuenta de un aumento de la tasa de empleo en los primeros años y luego un estancamiento a lo largo de la serie.
Lo dicho se corrobora con los datos de la treintena de aglomerados en los que se realiza la EPH. En ese agregado urbano en (casi) todos los años el dato de desempleo del primer trimestre es mayor que el valor del último del año previo. De manera acorde, las tasas de empleo varían negativamente en similar comparación. Esto significa que hay estacionalidad en la totalidad de los centros urbanos de modo similar al indicado para la ciudad de Buenos Aires.
Destacado Empleo
Lo expuesto tiene un carácter de orden general y es independiente de los avatares coyunturales del mercado laboral. En la actualidad, por caso, es más probable que el impacto negativo para los trabajadores sea más fuerte en otros aspectos. Por ejemplo, en materia de suspensiones, habida cuenta de la retracción del nivel de actividad en amplios sectores. Y seguramente –en mayor medida– en relación con la pérdida de capacidad adquisitiva de los ingresos salariales del conjunto de los trabajadores. En particular aquellos cuyos gremios no han firmado aún los nuevos convenios colectivos.
Si el Indec cumple lo comprometido en materia de recuperación de las estadísticas sociolaborales podremos volver a analizar la dinámica temporal de las variables principales del mercado de trabajo. Por ahora sólo podemos hacer aproximaciones incompletas. A esa dificultad no debemos agregar errores propios pues, en tal caso, quizás veamos algún árbol y nos perderemos el bosque

domingo, 22 de mayo de 2016

Es necesaria una amplia mejora de la productividad La Nación 22-5-16

Columna publicada en LA NACION, el 22-5-2016

"Es necesaria una amplia mejora de la productividad"

PARA LA NACION
DOMINGO 22 DE MAYO DE 2016
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El inicio de la ronda del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil (conocido como Consejo del Salario) llama a la reflexión sobre lo que integra su ámbito de acción.
-¿Sirve fijar un "piso" salarial?
-Desde hace medio siglo el Salario Mínimo, Vital y Móvil contribuye a la protección de los núcleos laborales con menor capacidad de negociación frente al sector empleador. No sólo se trata de razones éticas las que justifican la norma. También existen razones de "mercado" para que las empresas encuentren demanda para los bienes y servicios que proveen. Quedan fuera de su alcance los millones de trabajadores cuya relación laboral no se enmarca en la normativa general dando lugar al trabajo precario. Para ese sector hace falta trascender el mundo laboral y profundizar en la sociedad la conciencia fiscal junto con un mejoramiento de la gestión estatal dirigida a minimizar la evasión fiscal. Sin actividad económica en negro no hay lugar para el empleo no registrado.
-¿Cómo debe abordarse la cuestión del empleo?
-Hoy hay dos elementos que preocupan: la crítica situación de la economía y la carencia de información fehaciente sobre el mercado de trabajo. La endeblez de los datos que circulan ilustra sobre la imperiosa necesidad de reconstruir las estadísticas públicas de manera urgente, garantizando calidad y oportunidad. Respecto del impulso de la fase ascendente del ciclo económico -condición imprescindible pero no suficiente para recrear el dinamismo ocupacional- está fuera de los alcances estrictos del consejo, pero en él pueden establecerse pautas que regulen las relaciones entre los actores económico sociales más relevantes.
-¿Cuáles deberían ser los términos para encarar la discusión sobre la productividad?
-Es llamativo que en la década larga de funcionamiento continuo del consejo esta cuestión no haya tenido lugar destacado. La economía argentina tiene una productividad media débil en el concierto internacional, lo que implica que hay razones de peso para mejorarla de manera importante y permanente. Pero esto implica acciones que dependen del sector empresario (con más vocación de encontrar ventajas en el Estado que en desarrollar el espíritu schumpeteriano) transformando la rentabilidad en inversión productiva, y del Estado, que debe fortalecer las condiciones del funcionamiento económico (en particular en lo que hace a infraestructura). Todo ello sería incompleto si en el marco de los debates del consejo no se fijan razonables mecanismos que garanticen que las mejoras logradas en productividad propicien no sólo retornos al capital, sino también progresos en la capacidad de compra del salario.

sábado, 21 de mayo de 2016

Ley y veto ¿y ahora qué? Rep de D Toschi, Radio UNLP

Sobre la fallida ley "antidespidos" el veto presidencial, las estadísticas laborales y las perspectivas para 2016 giró la conversación con Damián Toschi, Derecho de autor, Radio de la UNLP, el 21-5-2016



El mercado laboral se está deteriorando - Nota en EL ESTADISTA, mayo 2016

Publicado en EL ESTADISTA, N° 141, mayo 2016

“El mercado laboral se está deteriorando”

En diálogo con el estadista, Javier Lindenboim, director del CEPED (UBA) e investigador del CONICET, disecciona la coyuntura del mercado laboral, ofrece su opinión sobre la ley antidespidos y posa su mirada sobre la situación del empleo en el mundo.
¿Se deterioró sustancialmente el mercado laboral desde el 10 de diciembre o, a grandes líneas, sigue con los mismos problemas que tenía entonces?
La respuesta lineal es sí, se deterioró. Pero lo que quizás valga la pena es entender cuál es el punto de partida. Este se caracteriza por un estancamiento en la absorción general de empleo desde 2007-2008 con tendencia al retroceso, en especial en materia de asalariados privados protegidos. El ajuste en curso, por ahora, ha incluido al sector del trabajo como “costeador” importante de esta etapa.
La discusión del momento es la llamada “ley antidespidos”. ¿Es necesaria en esta coyuntura, como dice la oposición o podría ser contraproducente, como sugiere el oficialismo?
Ninguna de las dos posturas puede encontrar elementos empíricos que la sustenten. Es probable que puedan tener mayor efectividad en materia de protección del sector trabajador tanto el programa REPRO (por medio del cual se subsidia a empresas para pagar parte de los salarios de los trabajadores en peligro de despido) o una sustancial elevación del seguro de desempleo, congelado desde hace más de una década en un tope de $400.
Hasta el momento, y a excepción del programa “Mi Primer Empleo”, no hemos visto una política que apunte directamente a generar más empleo privado registrado. Todo parece descansar en “la macro” y la expectativa de una renacer de la inversión que apalanque un nuevo proceso de crecimiento del empleo como el que vimos luego de que la última crisis tocara fondo en 2002. ¿Alcanza con esto o se necesitan más instrumentos?
La generación de empleo registrado puede tener dos fuentes: los nuevos puestos y los existentes en formato de precariedad laboral. A la larga confluyen pero corresponde a estrategias distintas. Ambas, sin embargo, requieren fortalecer los controles fiscales (no hay empleo en negro si la empresa trabaja en blanco) como cambiar sustancialmente la cultura de inserción social (cumplimiento de la ley). Para ambos es condición necesaria aunque no suficiente que se recupere una estrategia de crecimiento económico.
La elevada capacidad ociosa y la caída en los costos laborales fueron, centralmente, los factores que llevaron a generar empleo en los primeros años del kirchnerismo. Hoy, la utilización de la capacidad instalada es mucho más alta y los costos, también. ¿Por dónde imagina que vendrá una recuperación del empleo, si es que la imagina, en este escenario?
No tengo datos fehacientes de capacidad instalada ociosa actual. Sí, en cambio, sobre caída del salario real y de los costos laborales empresarios. Puede ser un punto de partida con dos condiciones que no están a la vista: que los empresarios se decidan a invertir y dinamizar la actividad productiva y que el sector del trabajo acuerde recuperar capacidad de compra de manera paulatina.
¿Qué otras políticas específicas recomendaría para reducir el empleo no registrado?
Como dije, fortalecimiento del control fiscal de manera efectiva para disminuir drásticamente la actividad económica no registrada y una gran campaña que apunte a modificar rasgos culturales profundos. Ambas son tareas de mediano y largo aliento que pueden tener más éxito en las fases de crecimiento que en las crisis, pero que deben ser encaradas sin demora.
Siempre es útil posar la mirada sobre el escenario global para tener una mirada más integral. ¿Cómo está el mercado laboral global hoy en día: se están creando puestos de trabajo o están todos los países luchando para que no haya subas en la tasa de desempleo?
El debilitamiento de la economía en el mundo ha provocado un aumento del desempleo a la vez que la mala calidad del trabajo sigue siendo un problema acuciante en todo el mundo, según la OIT. No hay dudas de que la confrontación entre el capital y el trabajo, en el marco del capitalismo, tiene etapas de flujos y reflujos. En la segunda posguerra se inició un período de aparente armonía que se denominó de los “treinta años gloriosos” en el marco del cual parecía que podían lograrse mejoras en las condiciones y calidad de vida de los trabajadores y al mismo tiempo continuar el proceso de acumulación de capital. Hacia la década de los años setenta la conjunción entre cambio tecnológico, concentración de los capitales y confrontación entre sistemas económicos terminó por cortar aquel proceso. Una expresión de eso en Argentina fue el inicio de décadas de descenso de la participación del salario en la renta nacional. En América Latina, el Siglo XXI pareció iniciar una época distinta pero al no haber cambios sustantivos y ante el retroceso actual de los precios y la demanda de los productos que se exporta desde la región volvemos a mostrar similares conflictos como en el pasado. Las migraciones internacionales son una muestra (además de las razones de índole religiosa o similares) de que los conflictos perduran y por momentos se agravan como consecuencia de la inequidad creciente que genera el capitalismo

lunes, 16 de mayo de 2016

La doble indemnización es una expresión de deseos Rep de Diego Genoud en La Política Online - 15-5-16



AVIER LINDENBOIM15.05.2016
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"La doble indemnización es una expresión de deseos sin consecuencias reales"
Por Diego GenoudEl especialista advierte que hoy son más preocupantes las suspensiones que los despidos.
Dirige el Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (Ceped) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y asegura que hoy es imposible hablar con precisión de la destrucción de empleo y saber cuál es la desocupación real. Economista riguroso e investigador del Conicet, el profesor Javier Lindenboim cuestiona al kirchnerismo por haber devastado el sistema estadístico y haber incorporado militancia al Estado, pero también critica al gobierno de Cambiemos por no haber tomado precauciones para mitigar los costos del ajuste.
En medio del debate por la ley antidespidos, el especialista sostiene que los REPRO y el seguro de desempleo son más útiles que prohibir despidos. “La doble indemnización es una expresión de deseos que no tiene efectividad real”, asegura. Lindenboim considera que hoy las suspensiones son más preocupantes que los despidos, dice que el problema principal de la economía está en la inflación que deteriora el salario real de los trabajadores y advierte que -si la reactivación no llega en el corto plazo- el impacto sobre el empleo será muy fuerte.
Si la estrategia del gobierno sobre empleo estatal de verdad estuviera expresada en reducir los 3 millones de empleos que hay entre Nación, provincia y municipios con estas decenas de miles de empleos liquidados, no sería solvente.
¿Cómo ve el escenario laboral en un momento en que el gobierno y la oposición no se ponen de acuerdo ni en el diagnóstico ni en las soluciones?
No es del aire que no sepamos dónde estamos parados. Reconocer los problemas, que incluyen la falta de información, es parte del diagnóstico. Hace ya casi 10 años que comenzó el proceso lento pero persistente de destrucción del sistema estadístico. Por eso, el Ministerio de Trabajo decidió no darle bolilla a la información de la Encuesta de Hogares y centrarse en la base de datos del SIPA (Sistema Previsional).
Son los datos que muestra el gobierno pero ofrecen una visión muy acotada.
Exacto, muestra estos porque en realidad no hay otros. Sé que el gobierno trabaja en un informe que integra datos de empleo público, empleo privado y empleo no asalariado, los cuentapropistas y monotributistas. De todas maneras, a eso le falta, el empleo asalariado no registrado. Uno puede presumir que en estos 6 meses de explosión de gran parte de nuestros problemas uno de los componentes más afectados debe haber sido el empleo en negro, precario, desprotegido. Pero para sostenerlo necesitamos la Encuesta de Hogares, que hoy no tenemos.
La Cámara de la Construcción informó 54 mil despidos hasta marzo.
Sí, pero con la Cámara de la Construcción nunca sabemos si informa sobre los puestos en blanco que se han perdido o si incluye también empleo no registrado, que en la construcción es más de la mitad. No lo informa porque no quiere tirarse tierra encima.
Están también los números de la consultora Tendencias Económicas, que registra 127 mil despidos hasta abril.
Y que a mí me llaman poderosamente la atención porque a principios de marzo hablaron de 107 mil despidos, de los cuales 50 mil eran en el sector público, cuando el titular de ATE, “Cachorro” Godoy, hablaba de 20 mil en total, entre despidos nacionales, municipales y provinciales. No queda claro además si se trata de bajas sin contar las alzas o reincorporaciones o de saldos netos. Hay otra cuestión de la que se habla poco y para mí es más importante: el tema de las suspensiones. En momentos de incertidumbre como este, es altamente probable que una empresa suspenda antes de echar personal.
Cuando el gobierno dice que el Estado está lleno de ñoquis y que hay que extirpar la grasa militante ¿envía una señal para el sector privado?
Si, primero es necesario distinguir. Una cosa es la no renovación de mecanismos contractuales de negrura salarial y otra cosa son despidos. En el Estado no se puede despedir, a menos que haya un sumario previo. En el sector privado se puede despedir con causa o sin causa. En ese sentido, la señal aporta a un clima de época. El comportamiento de la gestión anterior fue perverso, en parte por nutrir a su propia fuerza política de ingresos y en parte por una estrategia de mediano plazo que consistía en dejar sembrado el camino de su propia manera de mirar el mundo. Los sindicatos, que en su mayoría no dijeron nada en su momento, ahora tampoco pueden decir nada. Entonces, la decisión del gobierno es cuestionable desde el punto de vista de los trabajadores pero es pensable desde el punto de vista del Estado. Lo que sí es absolutamente despreciable es hablar de grasa. Tan despreciable como ese comportamiento perverso del kirchnerismo que desplazó a gente preparada por grupos sin preparación que le respondían.
Es tan despreciable hablar de la “grasa” de los militantes en el Estado, como el comportamiento del kirchnerismo que desplazó a gente preparada para meter sus grupos.
El kirchnerismo incorporó militancia pero además generó trabajo precario en el Estado.
Las dos cosas efectivamente. Ahora bien, el impulso fuerte del trabajo precario en la gestión estatal comenzó en los años noventa, con el congelamiento de vacantes pero con la necesidad de incorporar personal. Eso más allá de la orientación anti-estatal de aquel período. El ennegrecimiento no desapareció nunca, tampoco en la década que se tituló como ganada. Por eso, no creo que uno pueda describir en un sólo párrafo cuál es el fenómeno del empleo en Argentina en los últimos 20 años, sin caer en simplificaciones.
¿Pasamos de un discurso simplificador a otro?
Vale la pena pensar en lo siguiente. Si la estrategia del gobierno actual sobre empleo estatal estuviera expresada en reducir los 3 millones de empleos que hay entre Nación, provincia y municipios con estas decenas de miles de empleos liquidados, no sería demasiado solvente.
Parece más una señal política que un ajuste como el que demandan los mercados.
Pareciera que es eso. No suena a estrategia de ajuste fiscal y ahorro presupuestario. Cuando se habla de la cuestión fiscal, se habla de ingresos y de uso de los ingresos. Estoy convencido de que la estructura tributaria en Argentina creció mucho en volumen pero no se hizo más equitativa. Mantuvo sus criterios inequitativos y en algunos aspectos los empeoró, como con Ganancias que hace 15 años no modifica sus alícuotas. Pero el mejoramiento de la situación fiscal no pasa por desprenderse de un volumen importante de la fuerza laboral que está en el Estado, aunque sea necesario hacer mucho para hacerla más eficiente.
La doble indemnización
¿Cuál es su posición ante la ley antidespidos y la doble indemnización?
Creo que un camino más eficiente sería volver a utilizar los REPRO, que ya se usaron en 2002 y en 2008/2009 o aumentar el seguro por desempleo que estuvo congelado en 400 pesos durante los 12 años del kirchnerismo y que el gobierno anunció que va aumentar. Me parece que lo que se está dirimiendo son disputas de poder en la política, en el peronismo y en el sindicalismo. El uso que se está haciendo del problema –real- de trabajo y de ingresos del sector laboral me resulta penoso.
¿Por qué cree que los REPRO y el seguro de desempleo son mejores herramientas que la doble indemnización?
Primero, prohibir despidos y, sino, aplicar la doble indemnización es una expresión de deseos que no tiene efectividad real. Saber si la doble indemnización sirvió o no sirvió en 2002 es un ejercicio contrafáctico. ¿Cómo hacemos para saber si en 2002 hubiera habido más pérdidas o menos pérdidas de puestos de trabajo de las que hubo? Además, la doble indemnización es reconocer que estamos perdiendo empleo y no lo vamos a poder revertir.
Pueden decir que este gobierno es de los ricos y de los CEOS y no le interesa ni pensar en los trabajadores. Es lo mismo que decir que asumió para perder el mes que viene. A lo mejor son tan incapaces como eso. Tiendo a creer que no. 
¿Qué le critica al gobierno?
Ha errado enormemente porque sabía que las medidas que había que tomar iban a ser dolorosas y eso significa cosas concretas. Había que tener la predisposición para tomar algunas precauciones.
No lo hizo.
¡No lo hizo! Esa es la parte del discurso de Moyano con la que coincido plenamente, cuando intenta que el gobierno entienda la necesidad de cuidar a los trabajadores. Alguien puede decir que este gobierno es de los ricos, de los CEOS y de la gran empresa y que no le interesa ni pensarlo. Es lo mismo que decir que el gobierno asumió para perder el mes que viene. A lo mejor son tan incapaces como eso. Tiendo a creer que no.
¿Con qué otro momento de los últimos años compara la situación actual?
En 2014, la Encuesta Anual de Hogares Urbanos –no la Encuesta Permanente de Hogares- dice que hubo 400 mil puestos de trabajo menos que en 2013. Yo lo escribí y nadie del gobierno kirchnerista me lo desmintió. Con la EPH trucha, el gobierno admitió 140 mil despidos ese año. Me incomoda que aquellos que tenían responsabilidad en aquel entonces sean los que ahora dicen querer encabezar los reclamos. Pero no estoy minimizando la situación actual. Sólo me pregunto ¿qué fue lo que no nos permitió apreciar socialmente lo que sucedió hace 2 años?
¿El kirchnerismo, que pasó del gobierno a la oposición?
Sí, pero le agrego otra cosa más allá de eso, que efectivamente tiene que ser un componente. El sacudón que desde octubre-noviembre del año pasado tenemos en materia de precios influye en el clima de preocupación. Por eso, para mí el mayor problema está en la inflación y en el deterioro del salario real. En materia de empleo, lo veo menos en los despidos que en la suspensión de puestos de trabajo. Eso es lo fundamental.
No se crea empleo
Usted dice que sin reactivación, el impacto sobre el empleo será muy fuerte.
Yo creo que sí. Esta situación de incertidumbre no favorece a nadie. Si no hay indicios claros de que se inicia la reactivación, el mercado de trabajo que cayó en el pasado –en 2014, en 2009 y ostensiblemente entre 1998 y 2002- volverá a caer. Porque la demanda laboral depende de la actividad económica.
Hay sectores de la oposición que sostienen que el modelo económico cierra con 15 por ciento de desocupación. Imagino que no coincide.
A ver, desde que a mediados del siglo XIX Carlos Marx habló del ejército de reserva, ese argumento siempre está a la mano. En estos casi dos siglos han pasado unas cuantas cosas. No que el capital se haya abuenado, yo no lo creo, pero sí que el capital ha encontrado la manera de mantener su predominio. Ahora, me permito dudar de que la dirigencia política que tiene a su cargo el gobierno y los equipos económicos que la acompañan persigan ese objetivo. A lo mejor, quisiera que no fuera verdad y mi propia ignorancia no permite ver que son afirmaciones certeras.
Según los últimos datos oficiales, hasta diciembre la desocupación estaba en el 5,9 %.
Una cosa es que se truchen los datos. Otra cosa es que haya, como hubo en los ’90, gente que se desanima y deja de buscar trabajo: potencialmente activa pero que no se presenta activamente buscando trabajo. Eso refleja menos desocupación, una población activa más pequeña y una presión potencial, no efectiva. ¿Qué medimos, la potencial o la efectiva? eso es parte de la discusión. Distinto es que se dibujen los datos, 5,9 % para mi es exiguo. Si los que hablan de que vamos a 15 % creen que estábamos en el 6 hasta diciembre, estaríamos hablando de una situación tan potente como la de 2001. Es difícil de imaginarse eso hoy.
Desde que no hay inversión, no se crea empleo en la Argentina. El pico de crecimiento de empleo fue hasta el 2008 y luego hasta el 2011 se creó algo en base a empleo estatal y cuentapropismo.
¿Cuánto hace que Argentina no crea empleo en serio?
Hasta 2011, algo se creó.
Pero los 5 millones de puestos de trabajo que se crearon se concentraron entre 2003 y 2008.
Si, efectivamente, eso es así. Hasta 2011 lo que hubo sobre todo fue creación de empleo público y cuentapropismo. Desde que no hay inversión, no se crea empleo en el sector privado. Eso se ve sobre todo en el segundo gobierno de Cristina. Bailaron sobre el Titanic, de Kicillof para abajo. Es desafortunado porque uno puede tener muchos más elementos en común con la óptica de Kicillof que con cualquier otra, pero su gestión realmente es olvidable.
Los noventa
¿Qué pasó en el salario real en Argentina desde el mazazo de 2001 hasta hoy?
Desde 2002 empieza a recuperarse muy despacito junto con la demanda de empleo. Desde 2003 a 2008 hay una suba permanente. El aumento del empleo, más que la recuperación del salario, explica el incremento de la participación asalariada en la torta del ingreso. El sector asalariado logró conservar su capacidad de compra, pero no logró seguir ganando. Cuando se estancó el empleo, la participación del salario dejó de crecer, salvo en las cifras oficiales, que nos llegaron a decir que estábamos otra vez en el mágico fixty-fitty.
¿Por qué no se pudo achicar el trabajo en negro más allá del núcleo duro del 34 %?
La economía argentina incluye un componente de excluidos que no pueden ser atraídos, como diría Agustín Salvia de la UCA. La estructura productiva argentina está sostenida por pymes o por empresas que son pequeñas en su inserción internacional. Esas empresas tienden a requerir mecanismos de mayor explotación de sus trabajadores para llegar a un margen de competitividad. Eso explica la negrura persistente en la economía. En Argentina, como en otros países, el capital más concentrado se ha desprendido de parte de los procesos productivos dirigidos a empresas de menor tamaño, que son las que se tienen que hacer cargo del vínculo con los trabajadores. Como no pueden pelearse con los de arriba, los empresarios más chicos se pelean con los de abajo y negrean más que otros.
Usted afirma que la situación es similar a la de los años noventa.
En materia de condiciones de empleo estamos, más o menos, como en los noventa. No sabemos, si el salario real se recuperó mucho más allá del nivel de 1998.
¿Dice que modelos económicos muy distintos se emparentan en cuanto a variables como salario real y mercado de trabajo?
Si, por esta estructural deficiencia en productividad media de la economía argentina. Tiene que ver con eso y con un dispendio de la ganancia empresaria no transformada en inversión. De eso hablamos cuando decimos que el empresariado argentino tiene una historia de vivir más de la teta del Estado que del riesgo empresario. Eso se traduce en la llamada imposibilidad de pagar mejores salarios.
¿Qué pasó con la desigualdad laboral?
En la época del kirchnerismo no se agudizaron las diferencias. Pero la relación entre el ingreso medio de los trabajadores protegidos respecto del ingreso medio de los trabajadores precarios era de 2 a 1 en los noventa y siguió siendo de 2 a 1 en los años 2000. Si estuviéramos en un proyecto de mayor equidad, los ingresos de unos y otros deberían acercarse más. La estructura sectorial del empleo no cambió.

Sobre el debate en torno del proyecto de ley antidespidos - Radio Telam 16-5-16

Reportaje de Alejandro Delgado Morales en Radio Telam, 16-5-2016


lunes, 9 de mayo de 2016

Sergio Massa, el cepo laboral y el relato peronista (por Silvia Mercado)


(de la nota de Silvia Mercado en INFOBAE: 

Sergio Massa, el cepo laboral y el relato peronista)

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Según este relato, las leyes son capaces de crear empleo y, si no, -cuanto menos- de provocar la magia de que se crea que quienes se oponen a una legislación de esas características están en contra de los trabajadores. Y si después la realidad no verifica la creación de empleos, no será porque no se luchó lo suficiente, sino porque el imperialismo, la antiPatria, las corporaciones, los buitres, en fin, los malos de cada época, lo impidieron, jamás porque se erró en los diagnósticos o en las políticas implementadas.
Lo curioso es que el creador del primer gran ajuste de la economía y del relato peronista es la misma persona, Juan Domingo Perón, aunque apeló a la capacidad técnica de Alfredo Gómez Morales para un caso y de Raúl Alejandro Apold para el otro.
Juan Domingo Perón y Alfredo Gómez Morales en Congreso de la Productividad celebrado en 1954.
Como se recuerda poco, después de tres años (1946-1949) de redistribución de la riqueza como nunca se había visto en la Argentina, y ante el estancamiento, la caída de la producción, las exportaciones y la inversión, Perón lo intentó todo, desde meter presos a almaceneros como forma de combatir la inflación hasta amigarse con la oligarquía del campo en 1950, pasando por duplicar la presión tributaria y, finalmente, animarse a realizar un feroz ajuste de la economía.
En 1952, después de tres años de caída de la actividad y con una inflación que llegaba al 39 por ciento, Perón congeló por dos años salarios, precios y tarifas públicas. Al volver la renegociación salarial, dijo, se haría con pautas por "productividad" porque se trataba, ahora, de consumir menos, de "no derrochar". Con escasez de alimentos, protestas gremiales que llevaban a los trabajadores directamente a la cárcel y absoluta censura, la inflación pasó al 5 por ciento en 1953 y a 3 por ciento en 1954.
Todo eso, el fundador del peronismo lo hizo con nueva legislación para captar la inversión extranjera y una relación absolutamente empática con los Estados Unidos, que hasta le financió el primer Festival de Cine Internacional que se hizo en Mar del Plata, en marzo de 1954.

domingo, 8 de mayo de 2016

Fue útil la doble indemnización después de la crisis de 2001? Rep de Fermin Knoop Bs As Herald 8-5-16


Experts consider the impact of trying to limit dismissals by law



Sunday, May 8, 2016

Double severance: how effective was it after 2001 crisis?

Double severance was first implemented in the first quarter of 2002 and lasted until the third quarter of 2007 (both pink). In between, the severance was reduced to 150 percent in the first quarter of 2005.
By Fermín Koop
Herald Staff
Opposition seeks to reinstate previously-used measure to avoid more layoffs
Despite the national government’s staunch rejection, opposition parties are seeking to rapidly move forward with a so-called “anti-layoffs” bill as a way to save jobs amid an economic recession — an initiative already implemented between 2002 and 2007 in Argentina after the political and economic crisis.
The Senate has approved a draft that stipulates double severance payments for private and state employees in the case of layoffs over a 180-day period from the day of its passing. At the same time, if a worker is fired without cause, he or she will be entitled to ask the Labour Ministry to return them to their jobs.
The bill follows the same characteristics of the so-called 2002 “economic emergency” law, which suspended layoffs without cause for 180 days starting on January 6 and implemented a double severance. Nevertheless, the deadline was then extended until 2007 but reducing the amount of the severance, first to 180 percent 2004 and then to 150 percent in 2005.
It was an extraordinary measure after a 300 percent devaluation of the peso, that led to a 100 percent increase in prices during the first months of 2002. Purchasing power and consumption dropped, leading to growing unemployment — which for example reached 21.5 percent in May 2002.
The number of registered private workers rose from 3.5 million in 2002 to 5.6 million in 2007, a 60 percent increase. Analyzed by quarters, unemployment continued to grow until the third quarter of 2002 but then the trend reversed uninterruptedly.
But the growing employment can’t be isolated from other economic factors, experts agree. For example, the country’s GDP rose more than eight percent between 2003 and 2007.
“No objective analyst can say unemployment dropped just because of the measure. Other factors were also a factor such as the growing prices of commodities, the country’s economic recovery and the increasing labour demand by small- and medium-sized companies,” Javier Lindenboim, an economist specialized in labour and head of the UBA Employment, Population and Development Center (CEPED), told the Herald.
“The double severance payment acts as a deterrent for unemployment. But it doesn’t create jobs or protect workers, it only gives them some extra pesos,” he added.
Leaving aside the other economic factors, economists Hernán Ruffo, Lucas Ronconi and Martín González Rosada analyzed the effects of the measure by itself and concluded it reduced the length of unemployment for workers looking for informal jobs, while increasing the length for those going from unemployment to registered or freelance jobs.
Workers reached by the double severance had 30 percent less chances of being sacked back then, the three economists said.
“Employment was set to grow, with or without double severance,” Plan Fenix economist Ariel Setton told the Herald. “Argentina had fallen into a pit back then, leading to growing unemployment and poverty. It’s far from the current economic scenario.”
The measure ended in September 2007 through a decree signed by late president Néstor Kirchner, who considered the objective of the law had been fulfilled. Back then, unemployment had dropped below two digits to 8.5 percent.
“In 2002, the priority was to stop the bleeding that led to the unemployment being close 25 percent. When the measure was first applied, Argentina had already started to grow. Claiming that the double severance increased employment doesn’t have any logic. In the best case scenario, it can mitigate the fall,” Eduardo Levy Yeyati, head of the Elypsis consultancy and university professor, told the Herald.
Same project, different scenario
Experts agreed the economic scenario is entirely different from the last time the measure was implemented, with many claiming it wouldn’t be necessary to do it all over again. Other initiatives could be implemented instead such as increasing the unemployment insurance, frozen at 300 pesos for the last 10 years.
“Argentina isn’t facing an employment crisis. In fact, employment has been on the rise. The measure was implemented in 2002 amid an economic crisis. Doing the same in an stable economy isn’t necessary and is a bad sign,” González Rosada, economist at the Di Tella University, told the Herald.
There are no official figures of the current level of unemployment as the INDEC statistics bureau stopped reporting labour data last year. On its last report for 2015 second quarter, INDEC said unemployment was at 5.9 percent — 1.6 percent lower than the same period last year and the lowest figure of the last 28 years.
The national government recently reported 3,219 jobs were created between December and February based on data from the Labour Ministry, a figure under scrutiny considering 11,000 state workers were laid off. On the other hand, CTA union said 68,000 jobs were lost and the CEPA economists centre said the figure actually reaches 141,000 layoffs.
“Increasing the layoff costs reduces both the destruction and creation of employment,” Levy Yeyati said. “It could be an useful measure to stop the layoffs at the expense of employers. But if creating jobs is the real objective, the best option would be reducing labour taxes.”
The draft that stipulates the double severance was sent last week to the Lower House, which already started discussions about it. Nevertheless, it could take some time before it turns into a law as some parties are asking for changes in order to provide benefits for the small- and medium-sized businesses sector. If that’s the case, the bill will have to go through the Senate again.
Approximately 70 percent of all employment in Argentina is attributable to the small- and medium-sized sector.
“The bill doesn’t set any differences between large and small- and medium-sized companies. It’s not the same applying the measure to a small auto parts firm already affected by the hike on public utilities than to Techint,” Matias Carugati, chief economist at Management and Fit consultancy, told the Herald. “Small firms could end up closing their doors because of the initiative.”
Different plans
While questioning the bill, the national government set the eye on alternative initiatives to boost employment, rejecting the claim of an employment crisis.
President Mauricio Macri sent a bill to Congress to grant companies tax breaks when hiring 18 to 24 year-old workers, seeking to encourage them to hire young people. At the same time, the government will seek to increase the unemployment insurance to 3,000 pesos a month as well as the minimum wage, which would be raised 30 percent.
“If the goal is to create new jobs, you have to encourage companies to do so by, for example, not forcing them to pay employer contributions of new employees during a year,” Fausto Spotorno, economist and director of the Economic Studies Centre at the Orlando Ferreres consultancy, told the Herald. “Trying to freeze layoffs actually leads to more layoffs.”
@ferminkoop