lunes, 16 de mayo de 2016

La doble indemnización es una expresión de deseos Rep de Diego Genoud en La Política Online - 15-5-16



AVIER LINDENBOIM15.05.2016
(0)guardar lectura zen
"La doble indemnización es una expresión de deseos sin consecuencias reales"
Por Diego GenoudEl especialista advierte que hoy son más preocupantes las suspensiones que los despidos.
Dirige el Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (Ceped) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y asegura que hoy es imposible hablar con precisión de la destrucción de empleo y saber cuál es la desocupación real. Economista riguroso e investigador del Conicet, el profesor Javier Lindenboim cuestiona al kirchnerismo por haber devastado el sistema estadístico y haber incorporado militancia al Estado, pero también critica al gobierno de Cambiemos por no haber tomado precauciones para mitigar los costos del ajuste.
En medio del debate por la ley antidespidos, el especialista sostiene que los REPRO y el seguro de desempleo son más útiles que prohibir despidos. “La doble indemnización es una expresión de deseos que no tiene efectividad real”, asegura. Lindenboim considera que hoy las suspensiones son más preocupantes que los despidos, dice que el problema principal de la economía está en la inflación que deteriora el salario real de los trabajadores y advierte que -si la reactivación no llega en el corto plazo- el impacto sobre el empleo será muy fuerte.
Si la estrategia del gobierno sobre empleo estatal de verdad estuviera expresada en reducir los 3 millones de empleos que hay entre Nación, provincia y municipios con estas decenas de miles de empleos liquidados, no sería solvente.
¿Cómo ve el escenario laboral en un momento en que el gobierno y la oposición no se ponen de acuerdo ni en el diagnóstico ni en las soluciones?
No es del aire que no sepamos dónde estamos parados. Reconocer los problemas, que incluyen la falta de información, es parte del diagnóstico. Hace ya casi 10 años que comenzó el proceso lento pero persistente de destrucción del sistema estadístico. Por eso, el Ministerio de Trabajo decidió no darle bolilla a la información de la Encuesta de Hogares y centrarse en la base de datos del SIPA (Sistema Previsional).
Son los datos que muestra el gobierno pero ofrecen una visión muy acotada.
Exacto, muestra estos porque en realidad no hay otros. Sé que el gobierno trabaja en un informe que integra datos de empleo público, empleo privado y empleo no asalariado, los cuentapropistas y monotributistas. De todas maneras, a eso le falta, el empleo asalariado no registrado. Uno puede presumir que en estos 6 meses de explosión de gran parte de nuestros problemas uno de los componentes más afectados debe haber sido el empleo en negro, precario, desprotegido. Pero para sostenerlo necesitamos la Encuesta de Hogares, que hoy no tenemos.
La Cámara de la Construcción informó 54 mil despidos hasta marzo.
Sí, pero con la Cámara de la Construcción nunca sabemos si informa sobre los puestos en blanco que se han perdido o si incluye también empleo no registrado, que en la construcción es más de la mitad. No lo informa porque no quiere tirarse tierra encima.
Están también los números de la consultora Tendencias Económicas, que registra 127 mil despidos hasta abril.
Y que a mí me llaman poderosamente la atención porque a principios de marzo hablaron de 107 mil despidos, de los cuales 50 mil eran en el sector público, cuando el titular de ATE, “Cachorro” Godoy, hablaba de 20 mil en total, entre despidos nacionales, municipales y provinciales. No queda claro además si se trata de bajas sin contar las alzas o reincorporaciones o de saldos netos. Hay otra cuestión de la que se habla poco y para mí es más importante: el tema de las suspensiones. En momentos de incertidumbre como este, es altamente probable que una empresa suspenda antes de echar personal.
Cuando el gobierno dice que el Estado está lleno de ñoquis y que hay que extirpar la grasa militante ¿envía una señal para el sector privado?
Si, primero es necesario distinguir. Una cosa es la no renovación de mecanismos contractuales de negrura salarial y otra cosa son despidos. En el Estado no se puede despedir, a menos que haya un sumario previo. En el sector privado se puede despedir con causa o sin causa. En ese sentido, la señal aporta a un clima de época. El comportamiento de la gestión anterior fue perverso, en parte por nutrir a su propia fuerza política de ingresos y en parte por una estrategia de mediano plazo que consistía en dejar sembrado el camino de su propia manera de mirar el mundo. Los sindicatos, que en su mayoría no dijeron nada en su momento, ahora tampoco pueden decir nada. Entonces, la decisión del gobierno es cuestionable desde el punto de vista de los trabajadores pero es pensable desde el punto de vista del Estado. Lo que sí es absolutamente despreciable es hablar de grasa. Tan despreciable como ese comportamiento perverso del kirchnerismo que desplazó a gente preparada por grupos sin preparación que le respondían.
Es tan despreciable hablar de la “grasa” de los militantes en el Estado, como el comportamiento del kirchnerismo que desplazó a gente preparada para meter sus grupos.
El kirchnerismo incorporó militancia pero además generó trabajo precario en el Estado.
Las dos cosas efectivamente. Ahora bien, el impulso fuerte del trabajo precario en la gestión estatal comenzó en los años noventa, con el congelamiento de vacantes pero con la necesidad de incorporar personal. Eso más allá de la orientación anti-estatal de aquel período. El ennegrecimiento no desapareció nunca, tampoco en la década que se tituló como ganada. Por eso, no creo que uno pueda describir en un sólo párrafo cuál es el fenómeno del empleo en Argentina en los últimos 20 años, sin caer en simplificaciones.
¿Pasamos de un discurso simplificador a otro?
Vale la pena pensar en lo siguiente. Si la estrategia del gobierno actual sobre empleo estatal estuviera expresada en reducir los 3 millones de empleos que hay entre Nación, provincia y municipios con estas decenas de miles de empleos liquidados, no sería demasiado solvente.
Parece más una señal política que un ajuste como el que demandan los mercados.
Pareciera que es eso. No suena a estrategia de ajuste fiscal y ahorro presupuestario. Cuando se habla de la cuestión fiscal, se habla de ingresos y de uso de los ingresos. Estoy convencido de que la estructura tributaria en Argentina creció mucho en volumen pero no se hizo más equitativa. Mantuvo sus criterios inequitativos y en algunos aspectos los empeoró, como con Ganancias que hace 15 años no modifica sus alícuotas. Pero el mejoramiento de la situación fiscal no pasa por desprenderse de un volumen importante de la fuerza laboral que está en el Estado, aunque sea necesario hacer mucho para hacerla más eficiente.
La doble indemnización
¿Cuál es su posición ante la ley antidespidos y la doble indemnización?
Creo que un camino más eficiente sería volver a utilizar los REPRO, que ya se usaron en 2002 y en 2008/2009 o aumentar el seguro por desempleo que estuvo congelado en 400 pesos durante los 12 años del kirchnerismo y que el gobierno anunció que va aumentar. Me parece que lo que se está dirimiendo son disputas de poder en la política, en el peronismo y en el sindicalismo. El uso que se está haciendo del problema –real- de trabajo y de ingresos del sector laboral me resulta penoso.
¿Por qué cree que los REPRO y el seguro de desempleo son mejores herramientas que la doble indemnización?
Primero, prohibir despidos y, sino, aplicar la doble indemnización es una expresión de deseos que no tiene efectividad real. Saber si la doble indemnización sirvió o no sirvió en 2002 es un ejercicio contrafáctico. ¿Cómo hacemos para saber si en 2002 hubiera habido más pérdidas o menos pérdidas de puestos de trabajo de las que hubo? Además, la doble indemnización es reconocer que estamos perdiendo empleo y no lo vamos a poder revertir.
Pueden decir que este gobierno es de los ricos y de los CEOS y no le interesa ni pensar en los trabajadores. Es lo mismo que decir que asumió para perder el mes que viene. A lo mejor son tan incapaces como eso. Tiendo a creer que no. 
¿Qué le critica al gobierno?
Ha errado enormemente porque sabía que las medidas que había que tomar iban a ser dolorosas y eso significa cosas concretas. Había que tener la predisposición para tomar algunas precauciones.
No lo hizo.
¡No lo hizo! Esa es la parte del discurso de Moyano con la que coincido plenamente, cuando intenta que el gobierno entienda la necesidad de cuidar a los trabajadores. Alguien puede decir que este gobierno es de los ricos, de los CEOS y de la gran empresa y que no le interesa ni pensarlo. Es lo mismo que decir que el gobierno asumió para perder el mes que viene. A lo mejor son tan incapaces como eso. Tiendo a creer que no.
¿Con qué otro momento de los últimos años compara la situación actual?
En 2014, la Encuesta Anual de Hogares Urbanos –no la Encuesta Permanente de Hogares- dice que hubo 400 mil puestos de trabajo menos que en 2013. Yo lo escribí y nadie del gobierno kirchnerista me lo desmintió. Con la EPH trucha, el gobierno admitió 140 mil despidos ese año. Me incomoda que aquellos que tenían responsabilidad en aquel entonces sean los que ahora dicen querer encabezar los reclamos. Pero no estoy minimizando la situación actual. Sólo me pregunto ¿qué fue lo que no nos permitió apreciar socialmente lo que sucedió hace 2 años?
¿El kirchnerismo, que pasó del gobierno a la oposición?
Sí, pero le agrego otra cosa más allá de eso, que efectivamente tiene que ser un componente. El sacudón que desde octubre-noviembre del año pasado tenemos en materia de precios influye en el clima de preocupación. Por eso, para mí el mayor problema está en la inflación y en el deterioro del salario real. En materia de empleo, lo veo menos en los despidos que en la suspensión de puestos de trabajo. Eso es lo fundamental.
No se crea empleo
Usted dice que sin reactivación, el impacto sobre el empleo será muy fuerte.
Yo creo que sí. Esta situación de incertidumbre no favorece a nadie. Si no hay indicios claros de que se inicia la reactivación, el mercado de trabajo que cayó en el pasado –en 2014, en 2009 y ostensiblemente entre 1998 y 2002- volverá a caer. Porque la demanda laboral depende de la actividad económica.
Hay sectores de la oposición que sostienen que el modelo económico cierra con 15 por ciento de desocupación. Imagino que no coincide.
A ver, desde que a mediados del siglo XIX Carlos Marx habló del ejército de reserva, ese argumento siempre está a la mano. En estos casi dos siglos han pasado unas cuantas cosas. No que el capital se haya abuenado, yo no lo creo, pero sí que el capital ha encontrado la manera de mantener su predominio. Ahora, me permito dudar de que la dirigencia política que tiene a su cargo el gobierno y los equipos económicos que la acompañan persigan ese objetivo. A lo mejor, quisiera que no fuera verdad y mi propia ignorancia no permite ver que son afirmaciones certeras.
Según los últimos datos oficiales, hasta diciembre la desocupación estaba en el 5,9 %.
Una cosa es que se truchen los datos. Otra cosa es que haya, como hubo en los ’90, gente que se desanima y deja de buscar trabajo: potencialmente activa pero que no se presenta activamente buscando trabajo. Eso refleja menos desocupación, una población activa más pequeña y una presión potencial, no efectiva. ¿Qué medimos, la potencial o la efectiva? eso es parte de la discusión. Distinto es que se dibujen los datos, 5,9 % para mi es exiguo. Si los que hablan de que vamos a 15 % creen que estábamos en el 6 hasta diciembre, estaríamos hablando de una situación tan potente como la de 2001. Es difícil de imaginarse eso hoy.
Desde que no hay inversión, no se crea empleo en la Argentina. El pico de crecimiento de empleo fue hasta el 2008 y luego hasta el 2011 se creó algo en base a empleo estatal y cuentapropismo.
¿Cuánto hace que Argentina no crea empleo en serio?
Hasta 2011, algo se creó.
Pero los 5 millones de puestos de trabajo que se crearon se concentraron entre 2003 y 2008.
Si, efectivamente, eso es así. Hasta 2011 lo que hubo sobre todo fue creación de empleo público y cuentapropismo. Desde que no hay inversión, no se crea empleo en el sector privado. Eso se ve sobre todo en el segundo gobierno de Cristina. Bailaron sobre el Titanic, de Kicillof para abajo. Es desafortunado porque uno puede tener muchos más elementos en común con la óptica de Kicillof que con cualquier otra, pero su gestión realmente es olvidable.
Los noventa
¿Qué pasó en el salario real en Argentina desde el mazazo de 2001 hasta hoy?
Desde 2002 empieza a recuperarse muy despacito junto con la demanda de empleo. Desde 2003 a 2008 hay una suba permanente. El aumento del empleo, más que la recuperación del salario, explica el incremento de la participación asalariada en la torta del ingreso. El sector asalariado logró conservar su capacidad de compra, pero no logró seguir ganando. Cuando se estancó el empleo, la participación del salario dejó de crecer, salvo en las cifras oficiales, que nos llegaron a decir que estábamos otra vez en el mágico fixty-fitty.
¿Por qué no se pudo achicar el trabajo en negro más allá del núcleo duro del 34 %?
La economía argentina incluye un componente de excluidos que no pueden ser atraídos, como diría Agustín Salvia de la UCA. La estructura productiva argentina está sostenida por pymes o por empresas que son pequeñas en su inserción internacional. Esas empresas tienden a requerir mecanismos de mayor explotación de sus trabajadores para llegar a un margen de competitividad. Eso explica la negrura persistente en la economía. En Argentina, como en otros países, el capital más concentrado se ha desprendido de parte de los procesos productivos dirigidos a empresas de menor tamaño, que son las que se tienen que hacer cargo del vínculo con los trabajadores. Como no pueden pelearse con los de arriba, los empresarios más chicos se pelean con los de abajo y negrean más que otros.
Usted afirma que la situación es similar a la de los años noventa.
En materia de condiciones de empleo estamos, más o menos, como en los noventa. No sabemos, si el salario real se recuperó mucho más allá del nivel de 1998.
¿Dice que modelos económicos muy distintos se emparentan en cuanto a variables como salario real y mercado de trabajo?
Si, por esta estructural deficiencia en productividad media de la economía argentina. Tiene que ver con eso y con un dispendio de la ganancia empresaria no transformada en inversión. De eso hablamos cuando decimos que el empresariado argentino tiene una historia de vivir más de la teta del Estado que del riesgo empresario. Eso se traduce en la llamada imposibilidad de pagar mejores salarios.
¿Qué pasó con la desigualdad laboral?
En la época del kirchnerismo no se agudizaron las diferencias. Pero la relación entre el ingreso medio de los trabajadores protegidos respecto del ingreso medio de los trabajadores precarios era de 2 a 1 en los noventa y siguió siendo de 2 a 1 en los años 2000. Si estuviéramos en un proyecto de mayor equidad, los ingresos de unos y otros deberían acercarse más. La estructura sectorial del empleo no cambió.

Sobre el debate en torno del proyecto de ley antidespidos - Radio Telam 16-5-16

Reportaje de Alejandro Delgado Morales en Radio Telam, 16-5-2016


lunes, 9 de mayo de 2016

Sergio Massa, el cepo laboral y el relato peronista (por Silvia Mercado)


(de la nota de Silvia Mercado en INFOBAE: 

Sergio Massa, el cepo laboral y el relato peronista)

.........
Según este relato, las leyes son capaces de crear empleo y, si no, -cuanto menos- de provocar la magia de que se crea que quienes se oponen a una legislación de esas características están en contra de los trabajadores. Y si después la realidad no verifica la creación de empleos, no será porque no se luchó lo suficiente, sino porque el imperialismo, la antiPatria, las corporaciones, los buitres, en fin, los malos de cada época, lo impidieron, jamás porque se erró en los diagnósticos o en las políticas implementadas.
Lo curioso es que el creador del primer gran ajuste de la economía y del relato peronista es la misma persona, Juan Domingo Perón, aunque apeló a la capacidad técnica de Alfredo Gómez Morales para un caso y de Raúl Alejandro Apold para el otro.
Juan Domingo Perón y Alfredo Gómez Morales en Congreso de la Productividad celebrado en 1954.
Como se recuerda poco, después de tres años (1946-1949) de redistribución de la riqueza como nunca se había visto en la Argentina, y ante el estancamiento, la caída de la producción, las exportaciones y la inversión, Perón lo intentó todo, desde meter presos a almaceneros como forma de combatir la inflación hasta amigarse con la oligarquía del campo en 1950, pasando por duplicar la presión tributaria y, finalmente, animarse a realizar un feroz ajuste de la economía.
En 1952, después de tres años de caída de la actividad y con una inflación que llegaba al 39 por ciento, Perón congeló por dos años salarios, precios y tarifas públicas. Al volver la renegociación salarial, dijo, se haría con pautas por "productividad" porque se trataba, ahora, de consumir menos, de "no derrochar". Con escasez de alimentos, protestas gremiales que llevaban a los trabajadores directamente a la cárcel y absoluta censura, la inflación pasó al 5 por ciento en 1953 y a 3 por ciento en 1954.
Todo eso, el fundador del peronismo lo hizo con nueva legislación para captar la inversión extranjera y una relación absolutamente empática con los Estados Unidos, que hasta le financió el primer Festival de Cine Internacional que se hizo en Mar del Plata, en marzo de 1954.

domingo, 8 de mayo de 2016

Fue útil la doble indemnización después de la crisis de 2001? Rep de Fermin Knoop Bs As Herald 8-5-16


Experts consider the impact of trying to limit dismissals by law



Sunday, May 8, 2016

Double severance: how effective was it after 2001 crisis?

Double severance was first implemented in the first quarter of 2002 and lasted until the third quarter of 2007 (both pink). In between, the severance was reduced to 150 percent in the first quarter of 2005.
By Fermín Koop
Herald Staff
Opposition seeks to reinstate previously-used measure to avoid more layoffs
Despite the national government’s staunch rejection, opposition parties are seeking to rapidly move forward with a so-called “anti-layoffs” bill as a way to save jobs amid an economic recession — an initiative already implemented between 2002 and 2007 in Argentina after the political and economic crisis.
The Senate has approved a draft that stipulates double severance payments for private and state employees in the case of layoffs over a 180-day period from the day of its passing. At the same time, if a worker is fired without cause, he or she will be entitled to ask the Labour Ministry to return them to their jobs.
The bill follows the same characteristics of the so-called 2002 “economic emergency” law, which suspended layoffs without cause for 180 days starting on January 6 and implemented a double severance. Nevertheless, the deadline was then extended until 2007 but reducing the amount of the severance, first to 180 percent 2004 and then to 150 percent in 2005.
It was an extraordinary measure after a 300 percent devaluation of the peso, that led to a 100 percent increase in prices during the first months of 2002. Purchasing power and consumption dropped, leading to growing unemployment — which for example reached 21.5 percent in May 2002.
The number of registered private workers rose from 3.5 million in 2002 to 5.6 million in 2007, a 60 percent increase. Analyzed by quarters, unemployment continued to grow until the third quarter of 2002 but then the trend reversed uninterruptedly.
But the growing employment can’t be isolated from other economic factors, experts agree. For example, the country’s GDP rose more than eight percent between 2003 and 2007.
“No objective analyst can say unemployment dropped just because of the measure. Other factors were also a factor such as the growing prices of commodities, the country’s economic recovery and the increasing labour demand by small- and medium-sized companies,” Javier Lindenboim, an economist specialized in labour and head of the UBA Employment, Population and Development Center (CEPED), told the Herald.
“The double severance payment acts as a deterrent for unemployment. But it doesn’t create jobs or protect workers, it only gives them some extra pesos,” he added.
Leaving aside the other economic factors, economists Hernán Ruffo, Lucas Ronconi and Martín González Rosada analyzed the effects of the measure by itself and concluded it reduced the length of unemployment for workers looking for informal jobs, while increasing the length for those going from unemployment to registered or freelance jobs.
Workers reached by the double severance had 30 percent less chances of being sacked back then, the three economists said.
“Employment was set to grow, with or without double severance,” Plan Fenix economist Ariel Setton told the Herald. “Argentina had fallen into a pit back then, leading to growing unemployment and poverty. It’s far from the current economic scenario.”
The measure ended in September 2007 through a decree signed by late president Néstor Kirchner, who considered the objective of the law had been fulfilled. Back then, unemployment had dropped below two digits to 8.5 percent.
“In 2002, the priority was to stop the bleeding that led to the unemployment being close 25 percent. When the measure was first applied, Argentina had already started to grow. Claiming that the double severance increased employment doesn’t have any logic. In the best case scenario, it can mitigate the fall,” Eduardo Levy Yeyati, head of the Elypsis consultancy and university professor, told the Herald.
Same project, different scenario
Experts agreed the economic scenario is entirely different from the last time the measure was implemented, with many claiming it wouldn’t be necessary to do it all over again. Other initiatives could be implemented instead such as increasing the unemployment insurance, frozen at 300 pesos for the last 10 years.
“Argentina isn’t facing an employment crisis. In fact, employment has been on the rise. The measure was implemented in 2002 amid an economic crisis. Doing the same in an stable economy isn’t necessary and is a bad sign,” González Rosada, economist at the Di Tella University, told the Herald.
There are no official figures of the current level of unemployment as the INDEC statistics bureau stopped reporting labour data last year. On its last report for 2015 second quarter, INDEC said unemployment was at 5.9 percent — 1.6 percent lower than the same period last year and the lowest figure of the last 28 years.
The national government recently reported 3,219 jobs were created between December and February based on data from the Labour Ministry, a figure under scrutiny considering 11,000 state workers were laid off. On the other hand, CTA union said 68,000 jobs were lost and the CEPA economists centre said the figure actually reaches 141,000 layoffs.
“Increasing the layoff costs reduces both the destruction and creation of employment,” Levy Yeyati said. “It could be an useful measure to stop the layoffs at the expense of employers. But if creating jobs is the real objective, the best option would be reducing labour taxes.”
The draft that stipulates the double severance was sent last week to the Lower House, which already started discussions about it. Nevertheless, it could take some time before it turns into a law as some parties are asking for changes in order to provide benefits for the small- and medium-sized businesses sector. If that’s the case, the bill will have to go through the Senate again.
Approximately 70 percent of all employment in Argentina is attributable to the small- and medium-sized sector.
“The bill doesn’t set any differences between large and small- and medium-sized companies. It’s not the same applying the measure to a small auto parts firm already affected by the hike on public utilities than to Techint,” Matias Carugati, chief economist at Management and Fit consultancy, told the Herald. “Small firms could end up closing their doors because of the initiative.”
Different plans
While questioning the bill, the national government set the eye on alternative initiatives to boost employment, rejecting the claim of an employment crisis.
President Mauricio Macri sent a bill to Congress to grant companies tax breaks when hiring 18 to 24 year-old workers, seeking to encourage them to hire young people. At the same time, the government will seek to increase the unemployment insurance to 3,000 pesos a month as well as the minimum wage, which would be raised 30 percent.
“If the goal is to create new jobs, you have to encourage companies to do so by, for example, not forcing them to pay employer contributions of new employees during a year,” Fausto Spotorno, economist and director of the Economic Studies Centre at the Orlando Ferreres consultancy, told the Herald. “Trying to freeze layoffs actually leads to more layoffs.”
@ferminkoop

jueves, 5 de mayo de 2016

Creación reciente de empleo privado El Economista 5-5-16

Publicado en EL ECONOMISTA, 5-5-2016

Sobre la creación de empleo privado en los años recientes

Se equivocan los que afirman que no ha habido creación de empleo asalariado, privado y protegido, en los años recientes: lo hubo. Pero fue exiguo, con un bajo perfil productivo y, además, se registró una caída de la tasa de actividad. ¿Qué debe hacer el nuevo Gobierno?

Ultimamente se ha escuchado a funcionarios oficiales expresar que no hubo creación de empleo privado en el segundo gobierno de la Presidenta Kirchner. El primer tema que se presenta es la verificación de la información al respecto así como aquella que dé cuenta de lo ocurrido en los meses recientes.
Ante la falta de datos de la Encuesta de Hogares se proporcionan datos diversos, incluyendo menciones coincidentes o discrepantes con las afirmaciones oficiales mencionadas, muchas veces en base a datos difíciles de comprobar.
Una de las fuentes más mencionadas es la proveniente del sistema recaudatorio que registra los aportes de los empleadores sobre su nómina salarial. Esto es un buen dato aunque deja afuera lo que pasa con el empleo autónomo y con los asalariados desprotegidos (mal llamado trabajo en negro o informal).
En estos días, por ejemplo, un trabajo académico de la Universidad de La Plata procura refutar tal argumentación oficial utilizando, precisamente, la reseña del Ministerio de Trabajo. El propósito de ese estudio es mostrar que, efectivamente, en el último cuatrienio hubo creación de puestos de trabajo concluyendo que si bien no fue importante tuvo un valor positivo.
Lo interesante, sin embargo, consiste en observar esa fuente con algún detenimiento y apreciar si efectivamente entre “no se creó empleo” y “se creó muy poco empleo” hay una diferencia sustancial.
Siguiendo la propuesta del trabajo aludido, tomamos el volumen de empleo creado en cada uno de los tres mandatos presidenciales: esa cifra fue de 2,1 millones para el de Néstor Kirchner, 600.000 para el primer gobierno de Cristina Kirchner y 190.000 para su segundo período. Esto significa que entre 2007-2011 se crearon tantos empleos como los generados en cada año del gobierno que lo precedió. Y en el segundo mandato de la presidenta el ritmo fue un tercio del que hubo en su primer período. En resumen, en los doce años hubo creación de empleo asalariado privado protegido pero de modo cada vez más cansino.
Usando la misma fuente puede hacerse un ejercicio interesante para indagar sobre la dinámica de esa variable en su cuantía anual promedio, a partir del año 2000. El resultado es sorprendente.
Período
Variación absoluta anual
2000-2001
12.463
2001-2002
-470.183
2002-2003
157.238
2003-2007 prom anual
482.014
2007-2011 prom anual
169.041
2011-2015 prom anual
72.490
Para los años 2000 a 2003 inclusive se comparan datos del segundo trimestre. Para aproximar a los períodos presidenciales, en 2007 se tomó el 4to trimestre y en 2015 el tercero que es el último disponible.
Un rápido repaso indica que después de la profunda caída (2001-2002) la recuperación -iniciada luego de la gran devaluación de nuestra moneda a comienzos de 2002- fue importante; de allí que, al asumir el presidente Kirchner en mayo de 2003, ya se había empezado a subir la cuesta desde las profundidades del año previo. El incendio ya se había apagado.
Un segundo elemento es que la creación de empleo en el primero de los años del nuevo gobierno, compensó íntegramente la caída registrada en 2001.
En tercer lugar, la creación anual de empleo asalariado protegido durante el primer período de Cristina Kirchner fue similar a la registrada en 2002-2003 (durante el primer año del Ministro Lavagna). Esto equivale a decir que la creación de empleo había perdido impulso de modo significativo. Finalmente, en el segundo mandato de la Presidenta efectivamente hubo creación de empleo pero sin lugar a dudas en una cuantía singularmente modesta, tanto que resulta similar a la registrada en los años previos a la crisis 1998-2002.
No es menos interesante analizar la composición sectorial del empleo privado que se fue incorporando en cada etapa.
Composición sectorial del incremento del empleo asalariado privado protegido (%)
Ramas de actividad
2003-2007
2007-2011
2011-2015
Industria
18,6
17,3
2,1
Construcción
14,0
3,6
6,3
Servicios inmobiliarios
17,2
6,4
-14,0
Comercio, hoteles y restaur
24,2
31,5
25,7
Serv (enseñ,salud y otros)
11,7
22,8
56,3
Tpte., almac y comunic.
7,0
11,2
17,2
Resto
7,3
7,2
6,4

La industria y la construcción, que habían liderado la caída del empleo en los noventa y en la crisis de la convertibilidad, dinamizaron la recuperación inicial. Ambas en conjunto con los servicios inmobiliarios dieron cuenta de la mitad del aumento ocupacional hasta 2007. Estos mismos tres sectores, en el último cuatrienio arrojan un saldo negativo del 5%, principalmente debido a la profunda caída de los servicios inmobiliarios lo cual es asociado habitualmente con los efectos del cepo cambiario que rigió en el período.
Los servicios (enseñanza, salud y otros), que en el primer lapso explicaban sólo uno de cada ocho nuevos empleos (11,7%), en el más reciente representan más de la mitad -56%- del total de los (pocos) nuevos empleos.
Si se atiende a los valores absolutos el contraste puede ser más impactante. Entre 2003 y 2007 en la industria se crearon 400.000 empleos asalariados privados protegidos. Recientemente apenas 4.000.
En la construcción es parecido: 300.000 y 12.000, respectivamente. En servicios inmobiliarios de sumar 362.000 entre 2003 y 2007 se pasa a una caída de 27.000 en los cuatro últimos años.
Este es el contexto en el que llegamos al cambio de gobierno reciente. Al nuevo le cabe la responsabilidad enorme de revertir, en el plazo más breve posible, esta dinámica declinante. El gran interrogante es si hay ahora chances de producir los cambios estructurales que la anterior gestión no encaminó. En el pasado reciente se verbalizaba el predominio de la gestión estatal pero el balance pareció haber sido que el sector empresario, seguramente el de mayor porte, “se la llevaba en pala”. Las nuevas autoridades –que en gran medida se nutren de la experiencia empresarial- ¿propiciarán los cambios que dinamicen la economía y por tanto generen nueva demanda ocupacional?
Sin duda se equivocan quienes afirman que no ha habido creación de empleo asalariado, privado y protegido, en los años recientes: lo hubo. Claro que fue exiguo, de bajo perfil productivo (pese a la proclamada vocación industrial) y con una clara tendencia desfavorable en materia de dimensión de la fuerza laboral, habida cuenta de la caída de la tasa de actividad. Es lo que hay que cambiar, por cierto. De los requisitos para hacerlo y qué pasa hoy en el mercado laboral, nos ocuparemos en la próxima..

miércoles, 4 de mayo de 2016

¿Hacia donde va el mundo del trabajo? Reportaje en Radio Nacional






ANALISIS60 WATTS

Javier Lindenboim, ¿Hacía dónde va el mundo del trabajo?

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Email this to someonePrint this page
El economista analizó junto a Alejandro Horowicz y Alejandro Katz las políticas laborales, el comportamiento del mundo laboral según los avances tecnológicos, económicos y sociales.
Audio Player
javier-Lindenboim
Audio Player

martes, 3 de mayo de 2016