Comentarios, opiniones, artìculos periodìsticos, audios y videos de entrevistas... BIENVENIDOS! - - - - - - - - - - - - - - - Javier Lindenboim
jueves, 28 de febrero de 2008
sábado, 23 de febrero de 2008
Paritarias y distribución del ingreso Nota en Página 12 (incluye opiniones personales al respecto) 23-2-2008
El ejemplo de Moyano
Ya son dos los sindicatos que firmaron con las patronales incrementos del 19,5 por ciento. Ayer los obreros de la construcción acordaron con el sector empresario un aumento del mismo monto que el obtenido por camioneros. El acuerdo se aplica sobre los salarios básicos vigentes a fin de marzo y se hará efectivo de manera escalonada: el 10 por ciento se pagará en abril; el 5 por ciento en julio y el 4,5 restante en octubre. Además, según señalaron a este diario desde la Uocra, “al convenio incorporará el pago de un monto fijo no remunerativo de casi 300 pesos que será pagado todo junto”. Así, el deseo del Gobierno de tener un caso testigo que se convierta en la pauta a seguir por los demás gremios comienza a tomar forma. Es muy probable que en el transcurso de la próxima semana acuerden en un número muy similar otros gremios importantes como taxistas, estatales de UPCN, marítimos y los porteros.
El convenio fue firmado por el titular del gremio, Gerardo Martínez, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner, luego de un encuentro con la presidenta Cristina Fernández. El acuerdo, que involucra a casi 500 mil trabajadores, tendrá vigencia hasta marzo del 2009. Según señalaron desde el Ministerio de Trabajo, “todavía queda pendiente la redacción definitiva que incluirá las cláusulas no salariales”.
Los gremios firmantes se esfuerzan por señalar que no se trata de un acuerdo testigo y que “cada sindicato negociará de acuerdo con sus posibilidades y particularidades”. Sin embargo, desde la Uocra señalaron que podrían haber conseguido un aumento por encima del 19,5 y que el acuerdo de Camioneros fue determinante a la hora de cerrar sus negociaciones.
Las paritarias recién empezaron. Por un lado, algunos sectores empresarios, como las terminales de autos, festejan las cifras de los acuerdos y esperan que sirvan para calmar las demandas de sus trabajadores que están entre el 30 y el 35 por ciento. Por el otro, desde la UIA continúan sosteniendo que, más allá de lo convenido por Camioneros y la Uocra, las empresas del sector no podrán negociar incrementos superiores al 12 por ciento.
Del lado de los trabajadores las posiciones son diversas. La intención del Gobierno es que los metalúrgicos y los choferes de colectivos cierren en sintonía con Camioneros. Por su parte, otros gremios con menos representados están esperando “ver cómo se desarrolla todo para no quedar atrás”. En el sindicato de los empleados bancarios comienzan a bajar sus pretensiones de aumentos superiores al 30 por ciento. Pero anticipan que se negociarán aumentos diferenciados entre el sector privado y el público por el atraso existente en los salarios básicos de los primeros. A su vez, los panaderos se esfuerzan en remarcar que es indispensable reconocer que cada sector tiene diferentes realidades. El sindicato de comercio que reúne a casi 800 mil trabajadores parece tener cerrado el monto del aumento sobre el básico, alrededor del 21 por ciento, pero están buscando otro tipo de reivindicaciones y por lo tanto demorarán un poco más en cerrar sus negociaciones.
El economista de la UBA Javier Lindenboim señaló a Página/12 que en las paritarias no se están discutiendo aspectos cruciales relativos a la redistribución de la riqueza. Lindenboim destacó que “el aumento brutal de la actividad económica va de la mano del incremento de productividad laboral, pero no se habla de quién se apropia de esos incrementos” para finalizar diciendo que “es absurdo que los sindicatos no hablen de este tema”.
Página 12 23-2-2008 En un dígito, se mida como se mida
ECONOMIA › EL GOBIERNO ANUNCIO QUE LA DESOCUPACION CERRO 2007 EN UN 7,5 POR CIENTO
En un dígito, se mida como se mida
Si no se cuenta como empleados a los que reciben el Jefas y Jefes, el índice sigue por abajo de diez, en un 8,2 por ciento. Es el mejor resultado desde la crisis de 2001, pese a que los especialistas señalan que el 40 por ciento del empleo es en negro y los salarios siguen sin recuperar todo lo perdido.
Por Sebastián Premici
El nivel de desocupación del año pasado cerró en un 7,5 por ciento. Si se toman en cuenta como desocupados a todos los que reciben un Plan Jefas y Jefes de Hogar y por lo tanto realizan una contraprestación laboral, el nivel de desempleo cerró en 8,1 por ciento. Así lo afirmó ayer el Indec, que confirmó de esta manera el anticipo realizado en los últimas días de enero por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Esta baja de 1,2 puntos en la desocupación respecto de igual período de 2006 tuvo como marco el crecimiento del 8,7 por ciento de la economía. Más allá de estos datos que muestran una clara recuperación del mercado de trabajo desde la crisis de 2001, varios especialistas consultados por Página/12 indicaron que todavía no hubo una recuperación de la capacidad adquisitiva de los salarios y que el 40 por ciento de la masa laboral sigue en la informalidad.
El Indec dio a conocer ayer el avance de las tasas generales del mercado de trabajo obtenidos a través de la Encuesta Permanente de Hogares en 31 conglomerados urbanos del país, realizada entre octubre y diciembre del año pasado. En esta oportunidad se incluyeron los conglomerados del Gran Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca y La Plata, ciudades que habían quedado relegadas durante la medición del tercer trimestre de 2007 por problemas administrativos y por una huelga, en el caso del Gran Buenos Aires.
Según el ente oficial, el nivel de subocupación fue del 9,1 por ciento. El nivel de demandantes, aquellas personas que trabajan menos de 35 horas semanales y quieren trabajar más, se ubicó en el 6,0 por ciento a fines de 2007, frente al 7,5 de igual período de 2006. Mientras que la subocupación no demandante se colocó en el 3,1 por ciento, dos décimas por debajo de la medición del año anterior. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, informó a fines de enero que el empleo formal creció 1,6 por ciento durante el último trimestre del año pasado y 5,6 contra igual período de 2006. Este aumento “significa el mayor crecimiento del empleo registrado durante 2007”, explicó Tomada, tras lo cual resaltó que el índice muestra 63 meses consecutivos de alza.
Más allá de estos datos favorables, todavía no ha ocurrido una real recomposición del poder adquisitivo de los salarios. Para Javier Lindemboim, economista del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo, ocho de cada diez
miércoles, 13 de febrero de 2008
Reportaje de Silvia Stang para LA NACION 13-2-2008
La distribución del ingreso
Según el Gobierno, los trabajadores se llevan 43% del PBI
Dice que ahora pesan más los salarios
¿Cuánto del ingreso generado por la actividad económica queda en manos de los trabajadores? Según un estudio reciente elaborado por funcionarios del Gobierno, la masa salarial representa hoy el 43% del producto bruto interno (PBI) medido en precios corrientes. Ese nivel de participación está casi dos puntos arriba respecto de 2006, cuando fue del 41,3%, aunque aún se ubica por debajo de la tasa de 2001 y mucho más aún del índice del 50% estimado para la década de 1950, aunque los economistas advierten que, en ese caso, el cálculo de la variable no permite la comparación. El informe hecho en despachos oficiales pronostica que a fines de este año se alcanzaría una tasa del 44,1% y que, en el mediano plazo (entre 5 y 7 años), se estaría llegando al 50 por ciento.
El indicador de la "distribución funcional del ingreso" señala cuánto de lo producido por la economía va a los trabajadores y cuánto queda en las empresas o, en menor medida, integra el componente "mixto bruto", que incluye a los cuentapropistas y a unidades de producción donde no puede diferenciarse la retribución al trabajo de la correspondiente al capital.
Desde 2003, la participación de los asalariados se fue recuperando, según datos oficiales. En aquel momento había caído al 34,26%; en 2004 y 2005 se elevó a razón de dos puntos porcentuales por año, en tanto que en 2006 (según el último dato difundido por el Indec) el índice llegó al 41,3 por ciento.
Para calcular la participación de los asalariados en el PBI se toma en cuenta un conjunto de datos, como los ingresos de los trabajadores formales e informales y el valor del producto a precios de mercado. Con respecto al primer punto, el estudio oficial elabora una proyección para todo 2007, ya que no están todos los datos desagregados de la encuesta permanente de hogares (EPH). En cuanto a la información sobre el PBI, es un punto en el que surgen dudas por parte de economistas consultados por LA NACION, ya que si se subestima la evolución de los precios de mercado, se reduce el número contra el que se mide la participación de los salarios que, de esta manera, tienden a ganar espacio. De todas formas, la estimación no sólo utiliza el Indice de Precios al Consumidor (IPC) -que para el Indec avanzó un 8,5% en 2007- sino también otros indicadores que permiten ver los valores de todo los componentes que integran la producción.
El economista Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo de la Universidad de Buenos Aires -donde durante años se estimó la variable-, señaló que
sábado, 2 de febrero de 2008
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