Domingo 21 de diciembre de 2014 | Publicado en edición impresa
Detrás del discurso
Scioli y la meta del fifty-fifty
La verificación de los mensajes políticos de la semana
Daniel Scioli, gobernador de la Provincia de Buenos Aires: la meta del fift-fifty ya se alcanzó
"Es difícil encarar la distribución del ingreso, como se encaró aquí [durante este Gobierno nacional], para llegar al 50% de los trabajadores en la renta", dijo durante una entrevista el gobernador de la Provincia de Buenos Aires y precandidato presidencial para las elecciones de 2015, Daniel Scioli.
La participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno (PBI) del país depende de qué fuente se utilice, pero en todos los casos, incluso considerando los datos del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) de la CTA oficialista, el porcentaje se encuentra lejos del 50% del que habló Scioli. Sólo el INDEC da cuenta de esa conclusión, pero sus datos no son confiables según los expertos.
Después de aquel famoso discurso de Juan Domingo Perón en 1973 en el que habló del "fifty-fifty", el porcentaje de ingresos tomado por los trabajadores mejoró, pero sólo en dos momentos de la historia argentina se llegó al 50 por ciento.
El año 1974 fue uno de ellos, cuando el índice superó el 50%, según la medición hecha por la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE) citada en un documento del Centro de Población, Economía y Desarrollo (CEPED). El otro fue en 1954, previo al golpe militar que derrocó a Perón en su segunda Presidencia, y, en este caso, la fuente es el Banco Central.
Una de las maneras de medir cómo se reparte la torta del ingreso entre los actores de una economía es la distribución funcional del ingreso. Se trata de un indicador que, a grandes rasgos, muestra cuánto de los recursos que circulan se quedan los trabajadores, y cuánto los empresarios.
El INDEC publicó en septiembre último en la Cuenta de Generación de Ingresos el dato hasta 2013, año en el cual los trabajadores recibieron el 51,4% del ingreso total de la economía. La serie se inicia en 2004 (cuando la participación de los trabajadores había sido del 30,6%) porque el instituto oficial actualizó esta información con los datos del nuevo PBI.
La serie anterior, que tomaba como referencia el PBI-INDEC base 1993, llegaba hasta 2008 (ver acá y acá), pero a partir de ese momento el instituto oficial discontinuó la información. Los valores de 2009, 2010 y 2011 del INDEC se pueden ver en un documento del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y muestran una participación superior al 45% para el primer año y de casi el 50% para el último.
Para entender las diferencias entre el PBI base 2004 y el PBI base 1993 ver acá
Lo cierto es que estos datos no son confiables: se trata, en el caso de esta última serie, de información producida luego de la intervención del organismo oficial a partir de 2007 por parte del Gobierno nacional, lo que derivó en la manipulación de las estadísticas. Por otro lado, los últimos porcentajes publicados desde 2004 también son cuestionados por los especialistas.
"Como el PBI base 2004 es más grande en términos nominales respecto al PBI base 1993, la participación salarial se vuelve más baja -explicó Javier Lindenboim, director del CEPED de la Universidad de Buenos Aires (UBA)-. Lo que no se entiende es a partir de 2008 la velocidad de la mejora de la serie oficial. No hay metodología ni detalle de los números de empleo sectorial ni salario medio, como ocurre con el Indice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu) cuyos datos por región no se conocen, ni la canasta ni sus precios".
En la misma línea, el economista del Plan Fénix Ariel Setton destacó: "Resulta muy difícil que, desde 2011, la participación haya aumentado en un contexto en el cual el empleo y el blanqueo laboral (baja del trabajo en negro) se estancaron, y el salario real se planchó. Esto se suma a que, según el INDEC, el salario de los trabajadores en negro aumentó aún más que el de los trabajadores registrados, lo cual también resulta muy poco probable en series de tiempo extendidas".
Los números de la participación de los trabajadores son más pequeños si se recurre a fuentes alternativas:
-El mencionado CEPED calcula que, en 2011, la tasa llegó al 42,4 por ciento.
-Según un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) el número es más bajo aún. "La participación de los asalariados alcanzó el 39,0% del Producto Bruto en 2012, un nivel similar al registrado en 2008 (39,1%)", destaca el centro de estudios que dirige el economista y ex director de YPF, Eduardo Basualdo, y que pertenece al sector del dirigente Hugo Yasky, cercano a las políticas del Gobierno nacional.
-El Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que coordina el economista y diputado nacional Claudio Lozano (Unidad Popular), realiza un cálculo propio en el cual se considera en la masa salarial no sólo a los trabajadores asalariados en blanco sino también a los cuentapropistas, trabajadores en negro, los trabajadores rurales, los ingresos que surgen de considerar las jubilaciones y pensiones, y los principales planes sociales como la Asignación Universal por Hijo. Considerando todos estos ítems, según el IPyPP, "la participación de los sectores populares en el PBI de 2013 fue de 27,4%". El IPyPP llega a este cálculo al considerar un PBI alternativo al del INDEC. Si se toma el del instituto oficial base 1993 el dato de 2013 es de 42,9%.
Como se puede ver, el peso de la masa salarial en el PBI del país depende de qué fuente se utilice, pero en todos los casos se encuentra lejos del 50% del que habló Scioli.
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