Demasiados motivos para preocuparse
Un rápido repaso de los tiempos económicos, sociales y políticos más recientes acumulan elementos que no pueden dejar de inquietar.
Podemos hacer un ejercicio en tal sentido para apreciar el resultado de manera más abarcativa, sin pretender un ordenamiento cronológico ni necesariamente jerarquizado.
Podemos hacer un ejercicio en tal sentido para apreciar el resultado de manera más abarcativa, sin pretender un ordenamiento cronológico ni necesariamente jerarquizado.
- Un punto ineludible es el de la ruptura de la continuidad de la actividad de producción de estadísticas públicas confiables. Si bien hubo amenazas a lo largo de 2006 que hacían presagiar lo que ocurriría luego, fue a partir de la intervención desembozada en el verano de 2007 y la manipulación consecuente de diversos componentes del sistema estadístico nacional que arribamos a la situación actual. No sólo en este blog se ha tratado este tema de manera permanente sino en otras publicaciones. Una síntesis de ello puede encontrarse en el artículo aparecido en Trabajo y Sociedad Nº 16. Lo dicho puede sintetizarse en algo como lo que sigue: ¿es posible conciliar la pretensión de una épica de progreso y de defensa de los sectores populares con una práctica de mentira y ocultamiento de las estadísticas públicas?
- Una muestra reciente de los efectos que tal destrucción ha generado puede verse en la información totalmente alejada de la realidad brindada por el Ministerio de Industria en un comunicado emitido con membrete presidencial a comienzos de este año 2012. Allí, para "avalar" la afirmación de que transitamos un modelo industrialista, generador de empleo, etc., se argumenta que en estos años de gestión del matrimonio Kirchner se habrían creado un millón trescientos mil empleos. Sin embargo, los datos de la Encuesta Permanente de Hogares referidos a la treintena de aglomerados en los que se realiza tal relevamiento arroja no más de trescientos mil. Si tal número se expande al total del país podría ampliarse a medio millón. Nunca se alcanzaría la cifra señalada en el comunicado gubernamental. Nuevamente aparece el conflicto entre loables propósitos y prácticas sostenidas en la falta de verdad. Nota al pie: luego de varios comentarios al respecto en el mismo mes de enero, no se conoce ninguna corrección o modificación del "error" cometido.
- Otro caso emblemático ha sido (y sigue siendo pues se sigue repitiendo el dato como si fuera verdad) el del número de viviendas construidas desde 2003. Desde la Presidencia de la Nación se dijo a mediados del año 2011 que se habían construido cien mil viviendas por año pero la verdad era que ese número no llegaba a cuarenta mil (viviendas nuevas terminadas). Como hubo varias expresiones de alerta sobre la falacia, incluida nuestra propia entrada del 12 de junio último, la página oficial en la que se podía verificar el "error" fue levantada y, en su lugar, se puso otra información. Con este cambio ya no podía distinguirse la importante diferencia entre "construir" una vivienda y "repararla". De todos modos podía verse que al menos una da cada cuatro casos se trataba de acciones en curso, es decir inconclusas. (Véase nuestra entrada del 30 de junio de 2011)
- Puede mencionarse, también, el remanido argumento de que aún antes de cumplirse el segundo mandato presidencial ya se habrían creado "más de cinco millones de empleos", según dichos de la Sra. Presidenta transcriptos en Tiempo Argentino el 10 de febrero de 2011. Los datos oficiales no avalan tal afirmación. Tomando datos de un centro de investigaciones de la Universidad de La Plata que no puede ser calificado como crítico a las autoridades nacionales publicados en su revista Entrelíneas, puede verse que entre 2003 y 2010 se habrían creado según la EPH dos millones de puestos (cifra extraordinariamente importante, por cierto que, además, estuvo compuesta principalmente por empleo protegido). Ese valor podría a lo sumo llegar a 3,2 millones expandido a todo el país lo que daría una cifra extraordinariamente distante de la utilizada en el discurso mencionado. Lo preocupante es que reiteradamente aparece la misma cuantía en declaraciones, documentos oficiales u oficiosos, reportajes y demás por parte de funcionarios y dirigentes como si fuera necesario apartarse de la verdad para dar más fuerza a la argumentación favorable a la mirada oficial.
- Aún atribuyendo escasa importancia a tamaña "diferencia" cuantitativa sobre todo el período, queda fuera de la percepción un aspecto tanto o más relevante: en el trienio inicial el aumento de la tasa de empleo fue del orden de 5 puntos porcentualesl (el empleo crecía casi tanto como lo hacía el Producto) pero en el cuatrienio posterior no se llegó a incrementar más que un punto porcentual. El futuro del empleo no está asegurado en absoluto. Si en los primeros años de salida de la crisis de la convertibilidad la creación de empleo fue del orden de los cuatrocientos mil puestos anuales el promedio de los años recientes apenas excede los cien mil por año. Sin embargo se sigue repitiendo que el eje de la acción oficial es la creación de fuentes de trabajo.
Para hablar de la corrupción (que, indudablemente, mata) necesitaremos otra entrada.
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