lunes, 23 de julio de 2012

Más sobre las estadísticas públicas

A raíz del artículo aparecido el 22-7-12 en el diario PERFIL, me llamaron del programa "Un día en la UBA" que se emite por la FM de la Universidad de Buenos Aires.
Se reproduce el diálogo mantenido en la oportunidad



Si desea ver el texto de la entrevista....


Þ     Fecha:            23/07/2012
Þ     Emisora:       “Un día en la UBA 
Þ    Conductor:    Rodrigo Andrade
Þ     Minutos:       15 minutos

Periodista: En la jornada de ayer uno de los artículos que más me impactó tenía que ver con las estadísticas oficiales y quien lo escribió particularmente es un hombre precisamente de nuestra Universidad pública integrante del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo del Instituto de Investigaciones Económicas que funciona aquí en la Universidad de Buenos Aires, Javier Lindenboim además es investigador del Conicet y tiene la amabilidad de atendernos en la mañana de hoy, buen día Rodrigo Andrade lo saluda
Javier Lindenboim: Buen día como está Ud.
Periodista: Bien, simplemente leí el artículo que publicó el fin de semana en la edición impresa de Perfil que desde ya recomendamos, me dejó sumamente preocupado ¿podemos contárselo a los oyentes?
Javier Lindenboim: Sí como no, el artículo tiene un propósito básico que es sacudirnos un poco, el texto dice “sacudirnos la modorra”, después de cinco años y medio estamos no igual sino peor en materia de estadísticas en Argentina a partir del momento en que el gobierno nacioanal decide interferir en los resultados de las estadísticas que hasta ese momento se relevaban, entonces solo se refería a el índice de precios al consumidor pero como las estadísticas en un país configuran un sistema, no podía dejar de ocurrir que paulatinamente se fuesen afectando las estimaciones o peor aún los resultados de estimaciones de las compilaciones oficiales, entonces ahora no sabemos si el crecimiento es el que se anuncia, sabemos que la pobreza no es la que se anuncia, porque la pobreza se calcula sobre la base  del efecto que impacta en los ingresos de las familias a partir de la estimación del costo de los gastos en que esta incurre etc. ese es el punto central, luego se hacen una serie de consideraciones que con gusto podemos entrar en ellas.
Periodista: Si en primera instancia me interesa por demás este tema en torno a la pobreza porque los números por lo menos en los últimos años siempre han estado enmarcados por una enorme idea por parte del gobierno nacional acerca de que ha bajado enormemente

Javier Lindenboim: Claro, seguramente que hay que distinguir dos cosas, a ver, en los primeros años de gestión del gobierno actual no hay duda que mejoró el empleo, se recuperó una parte del salario real y acompañando a ambas cosas la pobreza disminuyó de niveles impactantes que había tenido en el momento de la crisis del 2001-2002, esa es una cosa, pero a partir del comienzo del 2007…
Periodista: Me permite que lo interrumpa Lindenboim?
Javier Lindenboim:
Periodista: ¿Cuánto hay de efecto rebote en esa baja del desempleo, de la pobreza de esa primera etapa de recuperación política del 2003 en adelante
Javier Lindenboim: Es difícil medirlo con exactitud pero sin duda, si tomamos 2003 ya llevábamos cuatro años largos de caída en el producto y de crecientes dificultades en el mercado de trabajo, de manera que cuando a mediados del 2002 se inicia la salida de la parte peor de la crisis -la historia política reciente entre los mitos que contiene está que la mejoría empieza a mediados del 2003, cosa que sabemos que no es así pero desafortunadamente la flojera de memoria de nuestra sociedad hace que mucha gente crea que eso ocurrió de ese modo- en realidad en el invierno del 2002 empieza el rebote y sin dudas, el rebote es extraordinariamente fuerte a partir del 2003 que es el año en que empieza a cambiar la tendencia, no sólo en la economía argentina sino en la economía latinoamericana en su conjunto, y todo ello fuertemente influido por cambios en las condiciones del comercio internacional.  Los oyentes de su programa seguramente deben haber oído mencionar, o leído, escuchado referencias a un argentino que fue famoso que fue Raúl Prebisch, Prebisch como alma mater de la entonces naciente Comisión Económica para América Latina a la salida de la Segunda Guerra Mundial, se pasó medio siglo criticando las condiciones del comercio mundial en perjucio de los países como Argentina o en general América Latina que proveían materia prima cuyos precios declinaban permanentemente frente a los precios de los productos que elaboraban los países centrales, eso que fue característica de más de medio siglo en la segunda mitad del siglo XX cambió de cuajo con el cambio de siglo al inciar el Siglo XXI, particularmente entre 2002-2003, eso junto con el rebote de la profundidad de la caída del producto generó una situación nueva,  obviamente el rebote se favoreció por una enorme devaluación que impidió que siguieran entrando productos del extranjero y favoreció la colocación en el exterior, pero todo esto es un rápido raconto de las condiciones de salida de la crisis. El tema es que esto como suele pasar en todo rebote llega un momento en que  necesita fuerzas autónomas y no sólo las del rebote para mantenerse y eso es lo que empezó a flaquear allá por 2006-2007 y es el momento en que el gobierno dice bueno, para evitar que los en ese momento incipientes factores inflacionarios tengan efectos vamos a hacer una pequeña trampita que se lo consideraba un viveza criolla, vamos a afectar el termómetro, no se va a notar que tenemos fiebre y todos contentos.
Periodista: Es excelente la nota que escribió, el que habla es Javier Lindenboim director del CEPED, Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo, que funciona en nuestra facultad de Ciencias Económicas, presisamente aquí en la Universidad de Buenos Aires  y además Javier Lindenboim es investigador del Conicet, excelente la nota que busca reflejar esto que comenzó a partir del 2007 señala Ud. en esta nota de Perfil.

Javier Lindenboim: Claro, porque es en enero de ese año cuando el gobierno desplaza a los funcionarios que manejaban las estadísticas en materia de precios primero, luego en la encuesta de hogares también, luego en el índice de precios nacional que existía en ese momento e instala en su lugar una cantidad de personas apañados por uno de los sindicatos del sector estatal que es el que también yo menciono en la nota, yo hablo de dos dirigentes sindicales, uno de ellos que ahora dice que no le cree al INDEC que es el dirigente de la Unión Personal Civil de la Nación que es el sindicato del cual  le estoy hablando y que favoreció esta intervención de hecho -nunca fue intervención formal, nunca hubo un decreto de intervención del INDEC, por eso el Jefe de Gabinete de Ministros hace poco tiempo con una soberbia digna de mejor causa se dirigía a los parlamentarios diciéndoles “pero dejénse de hablar pavadas, el Indec no está intervenido”, claro él se refería a que no hubo un dectreto formal de intervención- pero está intervenido, han cesanteado o no renovado los contratos a una cantidad muy grande de personal preexistente y han incorporado a decenas o centenares de nuevos miembros sin la capacitación necesaria con la virtud única exhibida de ser incondicionales de las autoridades de la intervención.
Periodista: Lo saco del plano del análisis político, entiendo concretamente su visión de quién es Andrés Rodriguez en esta historia y particularmente UPCN está demostrando lo que es en este cuarto de hora precisamente en  esta apuesta política de la Casa de Gobierno a propósito de una CGT más amable si se quiere con el futuro de Cristina Fernandez, pero lo llevo a un tema que Ud plantea en esta nota y me interesa hoy abordar que es el tema de las estadísticas habitacionales, un tema central porque viene en discusión a partir de estos fondos del ANSES que van a ser redireccionados a un programa de viviendas que por lo pronto ha sido anunciado con bombos y platillos.

Javier Lindenboim: Si ahí lo que yo menciono brevemente es algo que al lector interesado le puedo recordar brevemente, hace poco más de un año…
Periodista: ¿ya cuatro años no?
Javier Lindenboim: ¿Cómo? Lo de INDEC sí, pero…
Periodista: No me refiero al anuncio de aquellos créditos
Javier Lindenboim: A si sí ,pero entonces son dos cosas que tenemos necesidad de aludir, efectivamente cuando a fines del 2008 las primeras manifestaciones de la crisis financiera internacional llegaron a estas tierras, el gobierno entre otras medidas anticíclicas positivamente pensadas estuvo la de transformar a los inquilinos en propietarios, una cosa demasiado importante para haber sido tomada tan a la chacota, simplemente como que todo inquilino iba a poder por el mismo monto del alquiler comprarse un departamento cosa que efectivamente no ocurrió practicamente en ningún caso, pero hace aproximadamente un año atrás, más o menos al mismo tiempo que se destapaba la olla del así llamado caso Schoklender o de las Madres de Plaza de Mayo, hubo un discurso presidencial en el que se aludía a las presumiblemente 800 mil viviendas construidas en los ocho años hasta entonces del gobierno nacional.   En ese momento varias personas entre ellos yo mismo entramos a los datos del ministerio en el área correspondiente y detectamos que en realidad el número 800 mil se componía de varias cosas: construcción de viviendas por un lado, reparación de viviendas por otro, más o menos en partes iguales y que de 400 mil viviendas, 300 estaban construidas y 100 estaban en construcción; por lo tanto 800 mil viviendas en 8 años se reducían a 300 mil, por lo tanto no eran 100 por año sino 40 mil, en ese contexto salieron algunas cosas periodísticas, en mi blog yo incluí, transcribí, copié el dato que saqué de internet y a los quince días entré de vuelta y ya ese cuadro en el Ministerio de Economía no existía más y había sido reemplazado por otro que no discriminaba entre viviendas construidas y reparaciones de viviendas, que es lo que se llama en la jerga “soluciones habitacionales” y a todo: a la construcción y a los arreglos se los siguió llamando indiscriminadamente “soluciones habitacionales”, que era la forma en lugar de aclarar que se habían equivocado en el número de cambiar la cifras, ese es el estilo con que en estos últimos años se ha manejado el tema de las estadísticas y es el estilo que las universidades denunciaron en el informe elaborado a raíz de la invitación del gobierno nacional de evaluar la tarea del INDEC, cosa que también fue la convocatoria en el 2009, el informe se entregó en 2010 y el gobierno nacional oficialmente nunca lo quiso recibir, el entonces ministro Boudou, hizo piruetas bailes, minúes y todo lo que los oyentes quieran imaginarse para no recibirlo y finalmente un empleado de baja categoría recibió el informe y ahí quedó guardado en un cajón, no cumpliendo lo que el gobierno nacional en su decreto de convocatoria fijaba que era recibir el informe, evaluarlo y transferirlo al congreso, nunca lo evalúo porque es crítico y menos lo mandó al congreso y esto es lo último que yo digo en el artículo y por el cual digo que necesitamos sacudirnos la modorra, incluida la propia Universidad que debiera ya transcurridos dos años, decir bueno señores si ustedes no lo divulgan lo divulgamos nosotros.

Periodista: Lindenboim, le agradezco muchísimo este contacto con la radio de la Universidad de Buenos Aires precisamente creo que es un buen mecanismo el medio para darlo a conocer entre quienes nos escuchan.

Javier Lindenboim: Agradezco la oportunidad, mucho gusto.

Periodista: El director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo, hombre de la Universidad de Buenos Aires, hombre de la Facultad de Ciencias Económicas, Javier Lindenboim pasaba por la mañana de la radio de la Universidad de Buenos Aries, duros números oficiales y duros los datos de este Centro que pone en dudas esos números oficiales algunos que parecen tener un a visión mucho más almibarada de la realidad que la que realmente estamos transitando.

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