Por eso no se entiende la razón por la cual esa virtud es opacada por estadísticas inconsistentes o, al menos, por un "error" tozudamente repetido.
Hace poco en Tiempo Argentino se leía:
En el modelo de desarrollo con inclusión, la creación de trabajo fue el eje a partir del cual se devolvió la dignidad a millones de argentinos y argentinas. Más de cinco millones de puestos de trabajo permitió reducir sustancialmente la desocupación de un 25% a 7,1%, y el trabajo no registrado descendió de 50% a 36,5%. (20-8-12)
Es notable la liviandad con que se manejan los números por parte no sólo de los periodistas que pueden estar mal informados. El desempleo en 2003 era del 16% (en la serie oficial, CON PLANES) o bien 19% (en la serie Versión A, sin planes). Nunca del 25%. Nótese que en innumerable cantidad de discursos desde las más altas esferas hasta diversos representantes políticos, sindicales o sociales estas son afirmaciones que se reiteran sin sentido.
Sigamos, Nunca hubo 50% de empleo precario. La cifra más alta en 2003 fue de 48,4%. Pero ese valor se corresponde con la desocupación del 16,1%. Es decir que todas juntas, tales afirmaciones son sencillamente falsas.
Pero lo que interesa es que la cita del diario es sólo un ejemplo reciente.
Mucho antes en el tiempo la propia Presidenta de la Nación lo expuso en uno de sus habituales discursos :
“Esto tiene que ver con un modelo de crecimiento basado en el valor agregado y también con un fuerte activismo por parte del Estado en la lucha contra la evasión impositiva y laboral: generamos más de 5 millones de empleos desde 2003”, dijo Cristina. •Tiempo Argentino, 19-2-2011
Es de hacer notar que si en el verano de 2011 se sostenía tal dinámica de creación de empleo era porque a fines de 2010 deberìa poder medirse tal aseveración.
Sin embargo no es ese el caso. Según la serie publicada por el Ministerio de Trabajo en el Boletín de Estadísticas Laborales (que concuerda bastante con los resultados de la EPH), en el total urbano nacional se crearon 2,4 millones de empleos entre el comienzo del gobierno de Néstor Kirchner y finales de 2010. .Es decir, aproximadamente la mitad de la meneada cantidad de los cinco millones. Uno puede preguntarse ¿son pocos 2,4 millones de puestos en siete años? Para lo que fue el ritmo de los años noventa es no sólo una enormidad cuantitativa sino tambièn -y principalmente- la oportunidad para centenares de miles de hogares de incorporarse al "mundo del trabajo". Por eso mismo, no se entiende la razón de la disparidad entre la realidad y el mundo imaginario. Para el caso de los medios oficiosos puede pensarse que tal agrandamiento pueda relacionarse con motivaciones misteriosas. Pero en los funcionarios y otros dirigentes no se encuentra motivo razonable alguno
Por último, más allá de la cifra en sí misma, importa no perder de vista que el volumen de creación de empleo en el primer trienio pos crisis es mayor que la suma de los casi seis años que le siguen. Y eso tiene mucho que ver con la capacidad de la economía argentina de creación de empleo, lo cual ya hace años está en cuestión y parece que no se le diera la relevancia que contiene.
Ojalá los argentinos, empezando por su propio gobierno, recapacitemos al respecto
excelente. estudio Administracion de empresas en la UBA y comparto con tus palabras.
ResponderEliminarMuchas gracias
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