MAYOR DETERIORO EN LOS BORDES DEL MODELO
Menor actividad e inflación se cobran víctimas en empleos e informalidad
Subsiste el 35% de trabajadores en negro y un millón de personas están empleadas en la informalidad. Los riesgos sociales de una crisis no reconocida ni diagnosticada.
“La macro nunca alcanza para describir la realidad.” La frase, pronunciada a partir de los asaltos a supermercados de jueves y viernes, pertenece al ex presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial Enrique Martínez, que se alejó de la función pública por sus diferencias con el Gobierno. “No hace falta pobreza generalizada para saqueos. Basta con una fractura profunda entre quienes tienen y quienes no. Aunque éstos sean pocos”, aseguró en su cuenta de Twitter el ex titular del INTI.
Los grandes indicadores económicos están lejos de aquellos de la crisis de 2001. No obstante, el año mostró una marcada caída de la actividad y un leve aumento del desempleo que reconocen hasta las cifras oficiales. Y si bien la caída no afectó a la mayoría de la población registrada, el hilo vuelve a cortarse por lo más delgado, en el sector informal, donde los ingresos –por lo general esporádicos– se concentran en alimentos y transporte, donde la interrupción de un servicio de tren implica buscar una alternativa más costosa. El acceso a salud y educación gratuitos, en tanto, se vio empañado por falta de suministros y paros.
“La desigualdad afecta. Es preocupante el grado de violencia. Si es un plasma o un paquete de arroz, en un punto deja de ser relevante”, analizó un representante de una red de acción social.
Desde enero hasta la primera quincena de diciembre la suba acumulada es del 22,37%, según indicó a título personal Héctor Polino, titula de Consumidores Libres, entidad suspendida a pedido de Guillermo Moreno. Ese aumento impacta más en los sectores de menor poder adquisitivo, que dedican una mayor parte de sus ingresos a los alimentos. La canasta básica –medida por ex técnicos del Indec– supera los 6 mil pesos para una familia tipo mientras que, según las cifras oficiales, la canasta básica para cuatro personas se cubre con 1.590 pesos.
Las compensaciones, en tanto, llegaron hacia fin de año. A los jubilados se les garantiza a través de la ley de movilidad dos aumentos al año. Para quienes perciben una asignación universal por hijo –que llega a 7,3 millones de chicos– los aumentos definidos en el 25% se dieron en octubre.
En el tercer trimestre, según las cifras oficiales, el desempleo en la Argentina aumentó a 7,6%, 0,4 puntos por encima del mismo período de 2011, lo que implica más de 1,2 millón de personas sin trabajo. El recorte del gasto público en obras de infraestructura durante este 2012 incidió en rubros como la construcción, actividad que cayó 1,5% en el año y que concentra buena parte de la generación de empleo. La caída del 1,8% de la industria también derivó en suspensiones y bajas de contratos, algo que también se replicó en el agro, donde la caída de la actividad alcanzó el 6,5% según datos de la consultora de Orlando Ferreres.
Pese al crecimiento de la última década, subsiste el 35% de trabajo en negro o “no registrado”, como marca la corrección política, que representan casi 3 millones de personas.
Existe un sector de la economía popular, marcado por la informalidad, que representa el 6% de la población activa.
Los planes de empleo alcanzan a 130 mil personas mientras que el Estado es responsable por el 17% del empleo registrado total, con 2,7 millones de puestos de trabajo.
El deterioro de los indicadores sociales, en tanto, no encuentra correlato en los asaltos a supermercados en el aniversario de los saqueos de 2001. “Es difícil asociar estos brotes con alguna situación crítica económica, que no significa que no existan situaciones muy sensibles en la sociedad”, explicó Javier Lindenboim, investigador en UBA Conicet.
“Hace apenas 14 meses que el Gobierno recibió un apoyo aplastante por parte de la población, por lo que en todo caso deberíamos preguntarnos qué sucedió en un año. Desde 2002 hasta 2007 vimos una demanda laboral sostenida, con una recuperación paulatina del salario, luego hubo un estancamiento con algunos movimientos leves de recuperación en los primeros tres trimestre de 2011. Hoy las estimaciones señalan que la creación de empleo podría mostrar un resultado neto de estancamiento o ser negativa”, agregó el economista.
“La contienda se librará en una Argentina cuya agenda de problemas irresueltos estará encabezada por la falta de seguridad, la inflación, la corrupción y la inequidad distributiva”, ponderaron desde Econométrica, Mario Brodersohn y Rodolfo Rodil.
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