Este fin de año tiene muchos elementos de interés (además del calor agobiante que a muchos nos ha dejado sin energía eléctrica, sin ascensor y sin agua).
De toda la maraña extraigo apenas un aspecto.
Este año se autorizaron operaciones en divisas para ahorro por unos cuatro mil millones de dólares. Otro tanto por compras en el exterior con tarjeta de crédito. Se supone que eso ha beneficiado a los sectories medios o medio-altos.
Pero en el último bimestre la cúpula renunciante del Banco Central vendió mediante un seguro de cambio (dolar futuro) a bancos y a través de ellos a grupos económicos de muy alto poder alrededor de 18 mil millones de dólares.
Esaoperatoria fue suspendida en las semanas últimas a raíz de la presión resultante de la denuncia penal que interpuso un equipo integrado por Alfonso Prat Gay por estafa al fisco en razón de habervendido dolares a febrero o marzo a 10,70 por dolar cuando en la plaza de Nueva York u otras ya se cotizaba a 15. De modo que ese seguro del BCRA implica que si el precio oficial del dólar al fin del verano fuese de ese valor, 15 pesos por dolar, el Banco es decir el país debe emitir unos cuatro pesos por cada dolar futuro esto es unos 70 mil millones de pesos o más.
Además de ser una estafa, de ser una inmoralidad, de ser un negocio más regalado a los grandes capitales es todo eso pero hecho en nombre de una revolución de pacotilla, envuelto en halo de hazaña o de épica ya no progresista sino cuasi revolucionaria.
Emitir esa cantidad de pesos para cumplir con el seguro pactado por el BCRA a sabiendas de la irregularidad sería una bomba que explotaría al inicio de un eventual proceso de contención de las presiones inflacionarias.
Y en prevención de ello el actual gobierno, que supuestamente representa al círculo rojo que sería promercado o lisa y llanamente de derecha se ha parado frente a los banqueros para decirles "esto no lo podemos pagar de ninguna manera"
De manera frente al aparente revolucionarismo saliente aparece un supuesto derechismo que quiere evitar los nefastos efectos que deja la pesada herencia.
Lo terrible, además, es que losdatos de contexto no se tienen porque destruyeron el INDEC. Y los datos de la administración y de los organismos estatales o paraestatales que manejaba la gestión anterior no sólo no eran informados en tiempo y forma sino que tampoco han quedado debidamente asentados en la transición, en la medida en que tal transición fue cualquier cosa menos eso. una transición. Así como se mintió durante nueve años con el Indice de Precios, se mintió con la pobreza hasta quedecidieron no publicar más los datos irrisorios que se elaboraban, se inventó una nueva serie de creación de riqueza (PBI) que no superó la manipulación precedente, así como se hizo todo esto también se intentó ocultar la información pertinente o, al menos, oscurecerla de modo de dificultar el conocimiento de los datosde la realidad.
La pregunta que surge claramente es: cuál puede ser la razón para que un gobierno que se caracterizaba a sí mismo como progresista, como nacional y popular, hasta de revolucionario, necesitó ejercer su poder de esta manera tan particular entronizando la mentira, negando el acceso a la información hasta último momento y sembrando el futuro inmediato de los argentinos de tamaños obstáculos? Si se regalaron tan displicentemente fondos por un equivalente a dos años o más de la Asignación Universal por Hijo habrá sido en beneficio del pueblo?
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