En ocasión de celebrarse el XI Congreso de la Asociación de Especialistas en Estudios del Trabajo (ASET), institución que algunas decenas de interesados en los temas del mundo del trabajo fundamos en el turbulento año 1982, se organizó una mesa en la que fueron invitados algunos de aquellos iniciadores y otros que se incorporaron con posterioridad.
La sesión fue coordinada por Luis Beccaria y en la mesa estuvieron Silvio Feldman, Nicolás Iñigo Carrera, Julio C. Neffa, Cynthia Pok, Graciela Riquelme y quien esto escribe.
A raíz del encuentro me propuse (además de reflexionar sobre el contexto y los motivos que nos convocaron en aquel entonces) realizar una mirada retrospectiva desde la óptica de los temas que habitualmente nos han ocupado en la institución. Dado lo extenso del lapso, pensé en tomar cuatro hitos: 1982, 1992, 2002 y 2012, es decir cuatro momentos separados por una década. Para evitar sesgos inconvenientes tomé valores promedio trienales centrados en cada año de referencia.
Como hubo dificultades técnicas para presentar dicha serie de gráficos, utilizo esta vía para hacerlos conocer. Acompaño muy breves referencias al pie de cada gráfico pero las conclusiones quedan para el lector o para otra entrada en el blog.
Gráfco 1
La tasa de actividad (proporción de personas que trabaja o busca hacerlo sobre la población) venía creciendo sensiblemente. En la última década se estanca.
El desempleo disminuye fuertemente respecto de la crisis de 2002 y es aún algo menor al nivel de vente años atrás. Sin embargo supera ahora el valor de 1982.
La tasa de empleo con tendencia creciente en todo el período refleja la crisis de 2002 retomando luego la tendencia ascendente.
La subocupación -en cambio- interrumpe su crecimiento de los años ochenta y noventa quedando en niveles cercanos al de 1992.
Gráfico 2
La participación salarial en el ingreso expresa las crisis de 1982 y de 2002 con bajísimos niveles. La mejoría de la década reciente es similar a la evidenciada en 1992.
En cambio en materia del salario real (donde el valor 100 equivale al nivel logrado en 1974) muestra la conocida tendencia decreciente. La ostensible mejoría en la década reciente casi posiciona al sector asalariado en una situación cercana a la de 1992 en materia de capacidad de compra del salario.
La tasa de asalarización (porcentaje de asalariados en el total de los ocupados) continuó su avance en todos los lapsos siendo sensiblemente mayor en la década reciente.
Gráfico 3
La desprotección del sector asalariado, expresado en el índice de precariedad, logró frenarse en la década última. De todos modos los valores son cercanos a los de comienzos de los años noventa y notablemente mayores que los de 1982.
Gráfico 4
De los múltiples elementos que podrían considerarse aquí sólo se computan dos.
La participación de la industria en el producto y la tasa de inversión esto es la proporción de ésta en el total del producto.
Sobre la primera, la década reciente apenas pudo mejorar en un punto porcentual la proporción vigente en plena crisis de 2002 siendo varios puntos más pequeña que lo registrado a comienzos de los ochenta y de los noventa.
Sobre la inversión, la notable mejoría actual muestra una situación más ventajosa aún que la de comienzos de los noventa y casi equipara la magnitud de la inversión en 1982
Gráfico 5
La tendencia de la desigualdad es creciente hasta la crisis de 2002 y la caída reciente nos retrotrae a poco más que el valor de 1992.
Con la pobreza acontece algo similar aunque el proceso es mucho más intenso: el valor actual cuadruplica al de 1982, luego de haber sido siete veces superior a aquél.
Gráfico 6
La evolución del índice de términos de intercambio que refleja la evolución de la relación entre los precios promedio de los productos que el país vende al exterior y los que el país adquiere en el resto del mundo. Los tres primeros valores muestran una situación similar (desventajosa) respecto del año de referencia (1993) con un leve empeoramiento en 2002. Todo eso hace más contrastante y visible la ventaja actual en la materia.