Contenido de la edición impresa del Miércoles 16 de Febrero de 2011 | Todos los Títulos | Ediciones Anteriores
Es tiempo de un diario nuevo
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Aseguró que los sindicatos deben pelear más por sus representados 
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Javier Lindenboim, economista del Plan Fénix y especialista en temas laborales, sostuvo que las demandas salariales “no son causantes de inflación”. Resaltó que “hay que ir más a fondo con el control de los sectores concentrados”.
En pleno período de inicio de las discusiones paritarias para definir los aumentos salariales de 2011, Javier Lindemboim, uno de los especialistas en economía del trabajo más reconocidos en el ambiente académico nacional, aseguró que “las demandas por aumentos salariales no son causantes de la inflación”, y subrayó que “ se trata de una consecuencia y no de una causa”.
Lindenboim, quien se desempeña como director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y que integra el Plan Fénix, explicó a Tiempo Argentino que “modificar los precios no está en manos de los asalariados”, sino que “las subas tienen que ver con el accionar de sectores concentrados”.
El economista observó que, en términos sociales, “si bien los trabajadores no son responsables, hay culpas que hay que repartir entre otros sectores”, y mencionó “a los empresarios, el Estado y los sindicatos, que deberían pelear más por controlar el accionar de los formadores de precios”.
Las declaraciones del economista de la UBA y el Conicet generan ruido político en un momento en el cual se intenta poner sobre la mesa la relación entre las ganancias de las empresas y los salarios que pagan. Consultado respecto al lobby patronal para bajarle el tono a las paritarias, Lindenboim afirmó que “es un tira y afloje, los empresarios piden moderación y los sindicatos se sonríen y siguen pidiendo lo que necesitan”.
Según las cifras que maneja el especialista, hasta el año 2007, el promedio de los salarios creció más que los precios, pero luego la curva se invirtió y los precios empezaron a ganar la batalla. “Es como decía Perón, los salarios van por la escalera y los precios por el ascensor”, dijo.
En el diálogo con este diario, disparó otra declaración polémica al decir que “las discusiones por el reparto de ganancias son chicanas”. El economista aclaró que “si bien es cierto que muchos sectores concentrados tienen rentabilidad como para distribuir utilidades, estas nunca van a llegar al bolsillo de los trabajadores que no están en estas empresas grandes, que además son las que mejores salarios pagan”.
Por último, el especialista elogió “la recuperación de las convenciones colectivas de trabajo y las discusiones de salarios”, pero alertó que “se ha trabajado poco “en saber qué hacer con la productividad, que sigue siendo creciente pero que nunca le llega al bolsillo al trabajador”. <
“Los asalariados no son los culpables de los aumentos de los precios”
Publicado el 16 de Febrero de 2011 Javier Lindenboim, economista del Plan Fénix y especialista en temas laborales, sostuvo que las demandas salariales “no son causantes de inflación”. Resaltó que “hay que ir más a fondo con el control de los sectores concentrados”.
En pleno período de inicio de las discusiones paritarias para definir los aumentos salariales de 2011, Javier Lindemboim, uno de los especialistas en economía del trabajo más reconocidos en el ambiente académico nacional, aseguró que “las demandas por aumentos salariales no son causantes de la inflación”, y subrayó que “ se trata de una consecuencia y no de una causa”.
Lindenboim, quien se desempeña como director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y que integra el Plan Fénix, explicó a Tiempo Argentino que “modificar los precios no está en manos de los asalariados”, sino que “las subas tienen que ver con el accionar de sectores concentrados”.
El economista observó que, en términos sociales, “si bien los trabajadores no son responsables, hay culpas que hay que repartir entre otros sectores”, y mencionó “a los empresarios, el Estado y los sindicatos, que deberían pelear más por controlar el accionar de los formadores de precios”.
Las declaraciones del economista de la UBA y el Conicet generan ruido político en un momento en el cual se intenta poner sobre la mesa la relación entre las ganancias de las empresas y los salarios que pagan. Consultado respecto al lobby patronal para bajarle el tono a las paritarias, Lindenboim afirmó que “es un tira y afloje, los empresarios piden moderación y los sindicatos se sonríen y siguen pidiendo lo que necesitan”.
Según las cifras que maneja el especialista, hasta el año 2007, el promedio de los salarios creció más que los precios, pero luego la curva se invirtió y los precios empezaron a ganar la batalla. “Es como decía Perón, los salarios van por la escalera y los precios por el ascensor”, dijo.
En el diálogo con este diario, disparó otra declaración polémica al decir que “las discusiones por el reparto de ganancias son chicanas”. El economista aclaró que “si bien es cierto que muchos sectores concentrados tienen rentabilidad como para distribuir utilidades, estas nunca van a llegar al bolsillo de los trabajadores que no están en estas empresas grandes, que además son las que mejores salarios pagan”.
Por último, el especialista elogió “la recuperación de las convenciones colectivas de trabajo y las discusiones de salarios”, pero alertó que “se ha trabajado poco “en saber qué hacer con la productividad, que sigue siendo creciente pero que nunca le llega al bolsillo al trabajador”. <
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